No hace mucho tiempo, el 10 de diciembre del año pasado, el mismo día que Javier Milei asumía el cargo de Presidente de la Nación, el dólar blue cotizaba a $1.000 para la venta. Ante la incertidumbre que generaba el cambio de gobierno con todo lo que ello implicaba, el mercado cambiario vivía horas de gran tensión, que se veían reflejadas en las cotizaciones.
Así por ejemplo, en los dos días posteriores a la asunción de Milei, el blue trepaba nada menos que un 7%, por lo cual, en lo que iba de diciembre la suba superaba el 18%, pero mucho más acentuada era la evolución de los dólares financieros, ya que, por caso el MEP, acumulaba un incremento del 20%.
Dólar en la era Milei: ¿ganaste o perdiste?
En ese momento, las proyecciones de los analistas y del propio mercado tenían un techo muy elevado para el corto plazo, ya que, para el blue se hablaba de un piso que, en algunos casos, no bajaba de los $1.500 por unidad para el cortísimo plazo.
Pese a que estos pronósticos no se cumplieron, como suele suceder en muchas ocasiones, el impacto psicológico de los mismos fue notable, lo cual se corrobora con la disparada generalizada de los precios que lo tomaron como piso para calcular el precio de reposición.
Muchas de las proyecciones se basaban en que el efecto expansivo del cobro del medio aguinaldo podría tener como destino el billete verde, pero la realidad fue muy distinta, ya que, en el último día hábil del año pasado el blue cerró a $1.025, es decir apenas un 2,5% por encima precios vigente cuando se produjo el cambio de gobierno, en tanto que, considerando el mes completo, la suba fue del 13%.
Si se compara este último porcentaje con la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de dicho mes, la pérdida en términos reales que acusó el blue fue de nada menos que el 10%. Es decir que, quien apostó a dólares, claramente sufrió una fuerte caída de su poder adquisitivo.
En cuanto a lo sucedido en enero que, según los economistas, se trata de un mes en el que suelen «sobrar» los pesos con el consiguiente impacto en el mercado cambiario, la cuestión fue diferente, ya que el blue trepó un 18%, en tanto que la inflación minorista habría rondado el 20% mensual. De confirmarse este último porcentaje, una vez más el blue habría perdido terreno, pero mucho menos que en enero, ya que su poder de compra se habría reducido menos del 2%.
Ya en los primeros días de febrero, el blue vuelve a mostrar síntomas de debilidad, debido en gran parte a la venta para cubrir gastos de las familias y las empresas y a una menor demanda ante la fuerte reducción de la liquidez del mercado. Como resultado de ello, en lo que va del mes el billete retrocedió $65, pues pasó de $1.195 a los $1.130 actuales, lo cual implica una baja nominal del orden de más del 5% que, si se ajusta por la variación de los precios del mes, implicaría un deterioro del orden del 11% en apenas cuatro días hábiles.
Si se toma en consideración todo el período en cuestión, se llega a que, desde que Javier Milei asumió la Presidencia a hoy, el blue pasó de $1.000 a $1.130, lo cual implica un incremento del 13%, en tanto, que la inflación acumulada en igual lapso rondaría el 65%. De la comparación de ambos porcentajes surge que quien tenía dólares en aquel momento y los conserva en la actualidad debe asumir una pérdida que superaría el 30% si se la mide en términos reales.
En igual sentido, si la comparación de precios se extiende un poco más, hasta, por ejemplo, agosto u octubre del año pasado, la pérdida de poder adquisitivo es más que significativa, pues, tras las PASO, el blue valía, a precio de hoy, unos $1.650, lo cual implica una merma del 54% y, si se considera el precio post primera vuelta electoral, este treparía hasta casi $2.000, es decir, un 76% por encima de lo que cuesta hoy.
Finalmente, si se considera una serie más larga en el tiempo, los $1.130 de hoy son los más bajos desde marzo de 2020, cuando costaba $1.070 en el inicio de la pandemia.
