Luego de los cruces que descontrolaron la interna del peronismo bonaerense, Axel Kicillof desembarcó en dos municipios gestionados por La Cámpora, Quilmes y Hurlingham, en lo que se interpretó como un gesto de distensión con la agrupación que conduce Máximo Kirchner.
Sin embargo, durante la intensa agenda que Kicillof compartió con Mayra, las tensiones se filtraron en las fotos, en las que la intendenta de Quilmes permaneció con gesto adusto ante las interacciones con el gobernador.
En la agenda, también se le dio preponderancia a actividades que tienen que ver con políticas desarrolladas desde ministerios liderados por camporistas, tal como sucedió en la entrega de escrituras de viviendas con Juan Martín Mena (Justicia) y la entrega de tres nuevos camiones para el Ecoparque de Quilmes con Daniela Vilar (Ambiente).
Luego de visitar Quilmes, Kicillof se dirigió a Hurlingham, donde inauguró un Centro de Salud Mental con el camporista Damián Selci, quien también resignó las sonrisas en las fotos con el gobernador.
El pico de tensión se produjo a inicios de esta semana cuando trascendieron las incendiarias declaraciones del Cuervo» Larroque: «¿Qué es la conducción de Cristina? ¿Que tres ñatos te manden un WhatsApp?».