En una muestra de dignidad y compromiso, docentes de distintos niveles educativos se reunieron este viernes en la localidad de San Bernardo para exigir la restitución de la cláusula gatillo, un derecho conquistado que garantizaba que sus salarios no quedaran pulverizados por la inflación.
Con carteles, banderas y firmeza, los trabajadores de la educación hicieron escuchar su voz frente a un gobierno provincial que parece haber olvidado sus promesas de campaña. Leandro Zdero aseguró que los docentes serían “bien pagados”, pero a ocho meses de gestión, la realidad es otra: sueldos congelados, pérdida del poder adquisitivo y un ajuste que cae con todo su peso sobre las aulas.
La cláusula gatillo no es un privilegio: es una herramienta mínima de protección frente al derrumbe económico que vive la provincia. Sin ella, los docentes no solo ven desvalorizado su trabajo, sino que deben enfrentar la paradoja de educar en la pobreza mientras ellos mismos caen bajo la línea de subsistencia.
¿Cómo se construye futuro sin respetar a quienes lo enseñan?
Hoy, más que nunca, los docentes no solo luchan por salario: luchan por dignidad.
DIARIO QHC
