En tan solo 24 horas el fiscal Miguel Ángel Gilligan cambió de opinión. El martes había rechazado habilitar la feria para tratar los amparos contra el mega DNU de Javier Milei. Tras el fallo adverso para el oficialismo en la Cámara del Trabajo, Gilligan le pidió al juez Enrique Lavié Pico abrir la feria. Como anticipó LPO, el gobierno busca que los amparos contra el DNU vuelvan al fuero Contencioso, donde pisa fuerte Rodolfo Barra.
El radical cambio de enfoque de Gilligan se explica por los dichos del Procurador del Tesoro. «En pocos días tendremos de vuelta la reforma laboral», vaticinó Barra luego del fallo que frenó en parte la aplicación del DNU. «¿Cómo puede decir Barra que en pocos se va a corregir? Habló con gente del fuero y le dieron alguna certeza», confió a LPO una fuente judicial.
Como contó este sitio, Barra fue el maestro de varios de los jueces y fiscales que hoy integran el fuero Contencioso Administrativo. Allí juega en tándem con Santiago Viola, el apoderado de La Libertad Avanza.
«Lo más inteligente que hizo Milei fue sacar del sarcófago a Rodolfo Barra. Su fuero siempre fue el contencioso administrativo federal. Todos los jueces que están ahí le deben algo a Barra», explicó la fuente.
Las maniobras del procurador hacen recordar a los años dorados del menemismo, cuando Barra era ministro de Justicia y el gobierno instrumentaba el fórum shopping para llevar las causas incómodas a los juzgados amigos.
«La demora impuesta por el receso en la tramitación de la acción impetrada no entraña un riesgo cierto e inminente de frustración de derechos», había escrito Gilligan cuando el martes 2 de enero rechazó abrir la feria para tratar el amparo presentado por Jorge Rizzo para frenar el Mega DNU.
«Acá hay dos cámaras, una de los Lores y una de los Comunes. Según el dictamen de Gilligan el gobierno juega en la Cámara de los Lores», le dijo Rizzo a LPO tras la pirueta del fiscal. «Es un dictamen a la carta», ironizó el ex titular del Colegio Público de Abogados en referencia al dictamen de Gilligan.
Lavié Pico tiene cuatro expedientes en su juzgado: uno del gobierno, otro de Rizzo y un tercero del CELS.
El juzgado podría no abrir la feria, abrirla para todos los expedientes o abrirla para tratar alguno de los amparos, aunque esa decisión dejaría expuesto al juez.
«Es radical y pertenece a la familia judicial, va a hacer lo que le pidan», caracterizó una fuente de tribunales al juez Lavié Pico. Sin embargo, por ahora es una incógnita qué hará el magistrado.
La batalla por el DNU, además, sumó otro capítulo: en el fuero laboral se resisten a entregar la causa. La sala de feria de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo se anticipó a la jugada de Barra y se declaró competente para decidir sobre un amparo presentado por la CTA contra el decretazo.
La decisión de la cámara del fuero laboral abre otra instancia. Ahora es la Corte la que debe decidir el conflicto de competencias. El máximo tribunal había recibido la demanda del gobernador riojano Ricardo Quintela contra el DNU, pero los ministros se negaron a abrir la feria porque pretenden que la política resuelva el conflicto.
En el gobierno temen que la Corte les aplique la «cronoterapia», lo cual implicaría que el máximo tribunal no intervenga. Si eso ocurre, el DNU quedará suspendido. A pesar de la feria, en la zona de Tribunales todavía resuenan las palabras de Barra, que pidió aumentar la cantidad de miembros de la Corte a 9 ministros. Eso licuaría el poder de los integrantes actuales, tal como hizo Carlos Menem en 1990.