Durante los festejos del Mundial conquistado por la Selección española en Sidney en agosto, la jugadora Jennifer Hermoso recibió por sorpresa y sin su consentimiento un beso del entonces presidente de la federación de su país. Ahora, con el caso en la Justicia, el magistrado de la Audiencia Nacional decidió mandar a juicio a Luis Rubiales y otros tres trabajadores de la RFEF.
Serán juzgados también el director deportivo de la Selección masculina, Albert Luque, el exentrenador de la Selección femenina, Jorge Vilda, y el exresponsable de marketing de la federación, Rubén Rivera.
“De manera sorpresiva e inesperada, propinó un beso en los labios de la jugadora, que no se apercibió de la intención del querellado de besarla en los labios ni dio su consentimiento. Desconcertada y sorprendida por el inesperado beso en los labios, no tuvo tiempo de reaccionar”, explicó el integrante de la Audiencia Nacional sobre el comportamiento de Rubiales.
Además, el magistrado dejó en claro que “la finalidad erótica o no” del beso y “el estado de euforia y agitación” en el que el expresidente decidió actuar sobre Hermoso serán valorados durante el juicio. “El beso en los labios afecta a la esfera de la intimidad reservada a las relaciones sexuales”, advirtió.
Según el escrito del juez de la Audiencia Nacional, Rubiales le habría comunicado al hermano de Hermoso que si la jugadora no accedía a exculparlo públicamente, ella misma vería consecuencias negativas en su futuro profesional.
Albert Luque, Jorge Vilda, y Rubén Rivera también serán juzgados por el beso de Rubiales a Jenni Hermoso
El juez también se dedicó a aclarar que tanto el director deportivo de la selección masculina, Albert Luque, como el exentrenador de la Selección femenina, Jorge Vilda, y el exresponsable de marketing de la federación, Rubén Rivera, serán juzgados en el marco del beso de rubiales a la delantera española.
Específicamente detalló que los tres habrían llevado adelante “una acción concertada” para “doblegar la voluntad de Jennifer Hermoso” y conseguir que grabara “un video en el que dijese que el beso había sido consentido”. Si bien tendrían naturaleza de delito leve, se produjeron de forma “conexa con el delito principal” que se le atribuye a Rubiales, por lo que deberán valorarse durante el juicio.