El 7 de noviembre de 1974, Doris Wurst (34) y su hija de cuatro años, Caren, salieron de su casa en un auto Chevrolet Impala y nunca más volvieron. Durante 50 años, estuvieron desaparecidas y nada se supo de su paradero, hasta ahora.
Los restos de la madre y la nena fueron encontrados dentro del vehículo en el fondo de un lago ubicado en la localidad de Plantation, Florida, Estados Unidos.
El hallazgo conmocionó al país ya que desde hace cinco décadas que no había avances en la investigación, al punto de que el caso fue cerrado y reabierto en diez ocasiones.
Sin embargo, en 2023, una organización de búsqueda se incorporó a la causa con equipos de sonar y última tecnología para trabajar en los rastrillajes con la policía.
“Había un agujero en el techo del vehículo y cuando llegué justo encima, alumbré con mi linterna el agujero y vi lo que no sabía qué era en ese momento, parecía un bolso o un maletín pequeño”, contó Michael Sullivan, uno de los miembros de Sunshine State Sonar, la ONG que colaboró en el hallazgo.
“Lo agarré y cuando lo saqué a la superficie vi que era un juguete infantil Fisher Price. Mi hermano y yo nos miramos y fue un momento muy emotivo porque, para nosotros, era Caren, era Caren diciendo: ‘Estoy aquí, me encontraste’”, agregó Sullivan.
En el auto, ademas de los restos de Doris y Caren, los investigadores también encontraron ropa, zapatos y juguetes. Según informaron las autoridades, se está investigando si el hecho se trató de un accidente o de un crimen.
“No ganamos dinero con los hallazgos. No lo hacemos por fama ni por fortuna”, dijo Sullivan, el vocero de Sunshine State Sonar. “Lo hacemos por el amor de ayudar a las familias. Se trata de brindar respuestas para que puedan encontrar la paz”.
Además de resolver el misterio de la desaparición de Doris y Caren Wurst, la organización también encontró otro auto sumergido a tan sólo dos cuadras de distancia, el cual estaba vinculado a un hombre que había participado en la Segunda Guerra Mundial y que había desaparecido en 2004.