Escrita, producida y dirigida por William Eubank, realizador en 2021 de la séptima entrega de la serie de películas de «Actividad paranormal», la acción sigue a una operación encubierta de fuerzas especiales en el sur de Filipinas que se convierte en una batalla de supervivencia que se prolonga durante 48 horas a partir de que el equipo de élite que va a hacer un rescate es emboscado en territorio enemigo.
El oficial novato Kinney, interpretado por el australiano Hemsworth, que encarnó a Gale Hawthorne en las cuatro películas saga de «Los juegos del hambre», queda aislado del resto y es superado por las fuerzas hostiles, con la sola ayuda de las instrucciones del piloto de drones de la Fuerza Aérea, Reaper, encarnado por Crowe, que opera desde una base de la Fuerza Aérea en Las Vegas.
Aunque recluido en esta etapa de su carrera a roles en los que no puede desarrollar tanta acción como en «Gladiador» (2000), papel que le valió un Oscar, Crowe atraviesa esta etapa de su carrera desde un rol secundario pero de peso en cuanto al marketing de la película, ya que el filme es presentado como un largometraje que extrema sus recursos de acción y violencia con el veterano actor a la cabeza, pero en este caso desde una labor logística y de escritorio, en la que sus kilos de más ni sus casi 60 años le impiden ser parte de operaciones militares de elite, solo que alejado del frente de batalla.
El elenco de la producción de 110 minutos se completa con el hermano mayor de los Hemsworth, Luke, que fue parte de la serie de ciencia ficción distópica «Westworld», creada por Jonathan Nolan; Ricky Whittle y Milo Ventimiglia, protagonista en «This is Us» y «Héroes».
«Es una película sobre la amistad y la hermandad. Al escribir la película, este vínculo se formó entre los personajes principales, atrapados en una situación imposible en un paisaje implacable. Las historias que escuchamos de verdaderos soldados de la Fuerza Delta hizo de ‘Rescate imposible’ una experiencia inolvidable. Aunque estos personajes y esta película están llenos de realismo, no se basa en una historia real, lo que permite libertad creativa en cuanto a la trama, que sigue a un joven soldado madurando a pasos agigantados y en su lugar como parte de un equipo de soldados. Al final, será un soldado experimentado», explicó Eubank.
En cuanto a sus fuentes, el director mencionó: «Me encantan las películas como ‘Duro de matar’ donde un personaje está singularmente huyendo y solo tiene pocas opciones y pocos movimientos que puede realizar, así que me encanta la idea: no tiene armas ni nada, solo tiene un dron y un par de misiles y ya está».
Escrita también y producida por David Frigerio, los guionistas obtuvieron acceso a bases de entrenamiento de la Fuerza Aérea en los Estados Unidos para perfeccionar su guion: «Nos quedamos allí durante tres días, vimos aviones destruir cosas, participamos en todo tipo de misiones locas y aprendimos sobre los operadores tácticos», contó Eubank.
«Adentrarnos en el mundo de lo que realmente hace un operador táctico de drones. Así que vimos muchas cosas excitantes y realmente estuvimos en el ‘campo de batalla’ para muchas cosas emocionantes y nos llevó a tratar de crear una historia lo más realista y auténtica posible», agregó.
Para preparar el guion, Eubank y Frigerio se inspiraron en una variedad de películas clásicas de acción, pero también estaban interesados en explorar los cambios y desafíos que trae la naturaleza actual del combate, con la guerra ocurriendo cada vez más en los cielos o controlada de forma remota desde miles de kilómetros de distancia.
«Algunas de mis películas favoritas son de guerra: «La caída del halcón negro», «American Sniper», «Apocalypse Now» y «Nacido para matar», enumeró Frigerio al respecto.
«La película busca echar un vistazo a la tecnología y luego, con suerte, examinar dónde se encuentra la persona dentro de esa tecnología, pero de una manera llena de acción… ha habido películas sobre drones que realmente exploran al operador y el costo personal que impone estar frente a la pantalla y estar separado de la acción pero aún dentro de la acción. Nos muestra una visión de dónde termina la tecnología y dónde comienza el elemento humano», sostuvo Crowe acerca de su papel.