El presente deportivo e institucional de San Lorenzo es muy complicado. Las últimas semanas fueron muy movidas con la salida de Rubén Darío Insúa, las declaraciones cruzadas de Marcelo Moretti con el exentrenador y la derrota en Copa Libertadores. Como si fuera poco, en las últimas horas recibió una pésima noticia: tiene tres nuevas inhibiciones.
Las cuentas del Ciclón están al límite y recibieron un nuevo golpe. Este viernes se informaron tres reclamos por deudas con diferentes clubes que deberán ser saldadas o tendrán que arreglar un plan de pagos. Hasta que esta situación no se resuelva, el equipo de Boedo no podrá incorporar jugadores en el próximo mercado de pases.
Los reclamos fueron de Xolos de Tijuana por un impago en el pase del Torito Rodríguez, del propio jugador por falta de pagos en salarios y del Ferencváros de Hungría por el pase de Carlos Auzqui. Ninguno de los dos jugadores está en el club actualmente. En total, las deudas suman alrededor de US$1.400.000.
Esto se suma al reclamo de Monterrey por el pase de Adam Bareiro de US$600.000 Esta gestión está cerca de encontrar un acuerdo entre las partes.