El virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1) es una infección incurable que muchas personas padecen. Gran parte de la población es portadora, aunque no lo sepa, y es posible contagiar este tipo de herpes que afecta tanto a la boca como a los genitales.
Esto resulta más molesto todavía en verano, cuando las personas quieren estar más despreocupadas o disfrutar del sol y las vacaciones, si las tienen. Sin embargo, esta época del año es una de las más propicias para que estas lesiones aparezcan.
Estas infecciones son crónicas, y en la mayoría de ocasiones sus síntomas son leves. Tienden a presentarse como un enrojecimiento y un picor o quemazón que suele implicar una leve hinchazón.
La dermatóloga Ana Molina explica las razones por las que aparecen los herpes labiales: “Muchos estamos contagiados del virus del herpes simple desde la infancia. Y es que, cuando padecíamos faringo-amigdalitis, o más conocidas como anginas, este virus se mantuvo en nuestro organismo de manera latente”.
Y agrega: “Por eso hablamos del famoso ‘fuego’ y vuelve a aparecer de vez en cuando en nuestros labios. Algunas causas que pueden favorecer la aparición del herpes labial son:
- Un proceso infeccioso, como un resfriado.
- El frío.
- Los cambios hormonales, como la menstruación o el embarazo.
- Los problemas leves en la piel del labio, como la sequedad o las grietas.
- El estrés y el cansancio.
- La exposición al sol.
Este último es uno de los factores que puede influir en que se sufra estas ampollas en verano, ya que con la exposición al sol, a los aires acondicionados o al agua del mar o de la piscina, se padecen muchos cambios de temperatura de manera habitual.
¿Cuándo consultar con el dermatólogo?
Si salen más de tres o cuatro veces al año hay que acudir al dermatólogo. Los expertos recomiendan que las personas sintomáticas no besen o compartan utensilios como vasos, cosméticos o servilletas. Lo ideal es lavar la ropa de cama, las toallas y los cubiertos con agua hirviendo para evitar que el virus sobreviva y pueda transmitirse a otra persona que los utilice después.
Si ya hay síntomas, hay determinadas precauciones que se pueden tomar para que no aparezcan de nuevo:
- Mantener los labios hidratados para que la piel esté en buen estado.
- Usar un labial con protección solar.
- Descansar bien y alimentarse correctamente para mejorar el estado de salud general.
- Evitar el estrés.
¿Qué hacer ante el herpes labial?
- Aplicar frío o calor sobre las ampollas para calmar el dolor.
- Lavar las ampollas con jabón antiséptico para prevenir que se sobreinfecten con otros gérmenes que puedan empeorar la lesión.
- Evitar las bebidas muy calientes y los alimentos picantes, salados y ácidos, ya que pueden molestar en la herida.
- Si el dolor es muy agudo, se puede tomar un analgésico oral, como ibuprofeno o paracetamol.
- Usar una crema, bálsamo o apósito de venta en farmacia para cubrir, proteger y reducir las molestias de las calenturas.