La soja y el trigo bajan dos puntos y quedan en 24% y 7,5%, respectivamente. Maíz y girasol bajan un punto. En el sector vienen advirtiendo que con este dólar iban a frenar la liquidación.
El gobierno nacional anunció una nueva rebaja de las retenciones al campo, la segunda en lo que va del año, en un reflejo de la urgencia de Toto Caputo para conseguir dólares de cara al vencimiento de deuda de enero.
El ministro anunció de uno y dos puntos para los principales productos. La soja bajará de 26 a 24 puntos y los derivados de soja de 24,5% a 22,5%. También bajan dos puntos el trigo y la cebada, de 9,5 a 7,5 por ciento. En tanto, maíz y sorgo bajan de 9,5% a 8,5%; y el girasol de 5,5% a 4,5%.
La medida tendría un impacto fiscal de unos 500 millones de dólares, aunque cubierta por una mejora de los precios internacionales de los granos que mejoró la recaudación prevista para 2026.
Fuentes del sector indicaron a LPO que en el campo ya estaban advirtiendo al gobierno que con el actual valor del dólar liquidarían solo lo necesario para cubrir costos y se sentarían a esperar mejores condiciones.
El campo ya le demostró al gobierno este año que puede esperar sentado sobre el grano hasta que le mejoren el panorama. La rebaja a cero que Caputo aplicó en septiembre para conseguir dólares generó una dinámica de la que el ministro difícilmente pueda salir.
“Le va a volver a pasar”, dicen en el campo, donde arriesgan que la liquidación de soja será mínima en marzo y abril y esperarán a que el gobierno esté ahorcado en julio y agosto para que le vuelvan a bajar las retenciones.
Fuentes del sector explicaron que con la soja en 24%, la baja a cero implicaría un dólar a 1800 pesos, es decir que ese sería el valor con el que podrían liquidar con retenciones.
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Por otro lado, la rebaja de las retenciones podría tensar la discusión de Milei con el FMI ya que se sabe que el organismo es reacio a que se baje este impuesto porque complica la meta fiscal. La rebaja temporal a cero de septiembre implicó una pérdida de recaudación de 0,35%.
Este año el gobierno estima cerrarlo con un superávit fiscal del 0,5% y para el año que viene tiene comprometida con el FMI una meta del 2,5%. Además del costo de la rebaja al campo, los gobernadores están reclamando casi un punto del PBI adeudado, como contó LPO.
El gobierno ya había aplicado una rebaja temporal de las reducciones a principios de año, que se extendió hasta el 30 de junio. En julio, Milei anunció finalmente que esa reducción quedaría fija.
En septiembre, Caputo y Milei dispusieron una suspensión total de las retenciones para que el campo liquide 7 mil millones de dólares, una medida muy cuestionada en el campo que solo le sirvió a las cerealeras para hacer un negocio monumental y al gobierno para tener un poco de aire en la previa de las elecciones.

































