Cualquier exceso de azúcar en la dieta es perjudicial para la salud y está lejos de lo que podría ser una dieta saludable. Aun así, es importante destacar que el consumo de azúcar en muchos países se fue reduciendo de manera progresiva en los últimos años por los problemas que puede acarrear para la salud su consumo en exceso, pero no siempre es algo fácil de evitar.
Entre los alimentos que suelen incluir una cantidad nada despreciable de esta sustancia y que a menudo pasan desapercibidos, se encuentran las galletas saladas, cereales de desayuno, jugos de frutas comerciales, snacks o salsas. A todos ellos, habría que añadir los típicos antojos de dulces que pueden echar por la borda cualquier intento de dieta saludable y variada.
Los citados antojos suelen aparecer más cuando el estrés o los cambios hormonales aparecen y ahora la Universidad de Harvard realizó un nuevo estudio en el que los investigadores descubrieron que el simple hábito de caminar durante 15 minutos al día puede ayudar a reducir los antojos de comer chocolate, así como de cualquier otro tipo de dulce o incluso de alimentos procesados.
Esto estaría relacionado con que caminar estimula la producción de las endorfinas conocidas como hormonas de la felicidad y estas ayudan a disminuir el estrés y a mejorar el estado de ánimo. Un aumento de las endorfinas que estaría relacionado con la reducción de ese impulso de comer alimentos dulces o poco saludables.
Ejercicio clave para alargar la longevidad
Caminar es una de las formas más sencillas y accesibles de hacer ejercicio y una actividad que puede llegar a tener un impacto más positivo en la salud de lo que imaginamos, así como el poder de contribuir a una vida más larga. Este hábito diario trae consigo una serie de beneficios que no solo mejoran el bienestar general y evitan los antojos de dulce, sino que también pueden influir en la longevidad.
Por ejemplo, caminar regularmente fortalece el corazón y mejora la circulación, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión y las afecciones arteriales, que suelen acortar la esperanza de vida. Además, este ejercicio ayuda a mantener un peso saludable o a perderlo si es necesario, lo que también contribuye a evitar problemas de salud relacionados con el sobrepeso.
Al caminar, también fortalecemos los músculos y los huesos, previniendo afecciones como la osteoporosis y reduciendo a la vez el riesgo de caídas y fracturas, que pueden ser más graves a ciertas edades. Otro aspecto importante es el impacto de caminar en la salud mental, ya que esta actividad libera endorfinas, mejorando el estado de ánimo y ayudando a reducir el estrés. Un factor que, cuando es crónico, puede dañar la salud y acortar la vida. De hecho, el ejercicio regular, incluida la caminata, se ha asociado con una mejor salud mental y una reducción en los riesgos de depresión y ansiedad, lo que también influye positivamente.
Caminar, además, fomenta un estilo de vida activo, siendo una actividad accesible para cualquier persona sin importar la edad. Mantenerse activo es clave para una buena salud y para envejecer bien y evitar enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades pulmonares o incluso ciertos tipos de cáncer.