El invierno está impregnado de efemérides importantes para el peronismo cordobesista. Las más recientes, los triunfos de Martín Llaryora y Daniel Passerini el año pasado por la gobernación y la intendencia capitalina, respectivamente; más atrás en el tiempo, el primer triunfo provincial del peronismo ante la hegemonía radical, el 12 de julio de 1999, con José Manuel de la Sota destronando a la UCR y comenzando un período de un cuarto de siglo ininterrumpido entre él, Juan Schiaretti y ahora Llaryora.
Fecha de la que este viernes se cumplirán 25 años y que el delasotismo aprovechará para lanzar un armado por dentro del PJ, para correr con más peronismo a Llaryora.
En Córdoba, así como la oposición entre radicales y juecistas tiene rispideces en los vínculos puertas adentro; en el oficialismo peronista también hay roces. Los que quedaron solapados en el último tiempo, aunque existieron y se evidenciaron como con la convocatoria a una cena en Perón, Perón que adelantó LPO el 1° de julio pasado y con motivo del 50° aniversario del fallecimiento del expresidente Juan Domingo Perón.
Esa reunión, impulsada por una porción del llaryorismo y que contó con la presencia del gobernador, además del intendente Passerini, trajo ruidos en el seno del PJ cordobesista. Entre la vieja guardia, en el entorno de Schiaretti que no asistió al lugar e hicieron saber su enojo después que el exgobernador cancelara un acto; y también entre algunos sectores que no fueron participados de la convocatoria y se enteraron por este sitio. Tal es el caso de la diputada nacional Natalia de la Sota.
Schiaretti bajó un acto para homenajear a Perón y hay tensión en el PJ cordobés
No obstante, en el delasotismo admiten que con respecto a eso ya se hizo tabula rasa, y aceleraron la convocatoria para recordar el aniversario y lanzar el nuevo espacio denominado Ateneo Pensamiento Peronista, que incluye a varios dirigentes de la capital cordobesa, exdiputados y sindicalistas que abrevan en el delasotismo. De hecho, entre los firmantes a la convocatoria de este viernes en la Casa Histórica de la CGT figura José Pihen, exlíder de la central sindical en Córdoba y delasotista paladar negro.
«Estamos desteñidos», dijo uno de los organizadores a este sitio y remarcó las diferencias que existen en el seno del PJ cordobesista con respecto al vínculo del gobierno provincial con la gestión nacional de Javier Milei.
«Acá hay una fricción y una tensión entre aquellos que se oponen abiertamente a un gobierno como el de Milei y otros que no», agregó la fuente y sostuvo que en el llaryorismo «hay peronismo culposo».
De todas maneras, otras fuentes agregaron que tanto el gobernador, como el intendente Passerini, el exgobernador Schiaretti y la senadora Alejandra Vigo fueron invitados. De los cuatro, el único que confirmó su asistencia para este viernes a la tarde fue Passerini. Al igual que, lógicamente, la diputada De la Sota.
En el último tiempo, las tensiones entre la hija del exmandatario y una fuerte porción del PJ cordobesista crecieron. Concretamente, desde que la diputada en el balotaje del año pasado decidió jugar una carta fuerte por la candidatura de Sergio Massa.
«Eso la acercó a una parte del PJ, pero la alejó de la relación con Schiaretti. Ella fue coherente y jugó con el candidato que tenía el peronismo en la segunda vuelta», razonaron desde el delasotismo.
Con Schiaretti la hija del exgobernador no habla desde diciembre pasado, el lunes 1° de julio, en la misa que avaló el antecesor de Llaryora para recordar a Perón, ella quedó atrás de la primera línea que tuvieron el actual mandatario, el caudillo del PJ, Passerini y Vigo. Lo que también molestó al delasotismo.
Cerca de la hija de De la Sota insisten con que eso también ya pasó y ponen la mira hacia adelante: «es coherente con el PJ y es la única que camina sin mochila dentro del partido en Córdoba».
Y por último, destacan cómo jugó en la campaña riocuartense que pudo retener el peronismo con Guillermo de Rivas, el candidato de Juan Manuel Llamosas, frente a Adriana Nazario, la última mujer de De la Sota. En la campaña, la diputada bajó a Río Cuarto y respaldó fuerte al hombre del oficialismo en el sur cordobés.
«Fue la que encendió la campaña y lo hizo con peronismo. Hasta ahí, ni Llaryora, como así tampoco Schiaretti, se habían jugado por De Rivas», sostienen.
Todo, como previa al lanzamiento de un espacio para rediscutir el rol del peronismo cordobés.
