Otra fuga de película se produjo anoche en el instituto Almafuerte, un centro de detención de máxima seguridad para alojar menores de edad con causas penales, ubicado en Melchor Romero, en las afueras de La Plata. Un joven preso por robo logró cortar rejas y huir, y quedaron en la escena todo tipo de herramientas.
El evadido tiene 17 años, sus iniciales son Y.E.Y.C. y su nacionalidad es chilena. Del parte policial emitido por la comisaría séptima, de la localidad de Abasto, surge que está imputado por el delito de robo agravado, que había llegado al Almafuerte hace menos de diez días, y que en la escena posterior a la fuga se encontraron las siguientes herramientas: una pinza, una amoladora de mano inalámbrica y un cricket de auto.
El joven se fugó del pabellón derecho de este centro de detención de régimen cerrado, uno de los más estrictos de la provincia, donde, paradójicamente, las fugas son constantes. “Cortaron rejas con una amoladora y sospechosamente, nadie escuchó nada”, dijo a TN una fuente del Organismo de Niñez y Adolescencia de la provincia de Buenos Aires –de quien dependen los centros de detención para menores de edad– con acceso al caso.
Y.E.Y.C. pertenecería a una de las “bandas de chilenos”, que cometían entraderas en La Plata. Según trascendió, debía ser trasladado a un centro de detención en Virrey del Pino, pero cambió la orden y ese traslado se pospuso para el próximo sábado. Anoche, sin embargo, se fugó. En el Almafuerte había solo cuatro guardias de los 12 que debe haber, aseguran fuentes del caso.
En la provincia de Buenos Aires, los institutos para menores de edad con causas penales dependen del ministerio de Desarrollo de la Comunidad, de Andrés “Cuervo” Larroque, y no del Servicio Penitenciario Bonaerense, como en el caso de los adultos. Bajo ese ministerio funciona el Organismo de Niñez y Adolescencia, a cargo de toda la política de niñez, tanto la asistencial como la penal. Los institutos penales están en la órbita de la Subsecretaria de Responsabilidad Penal Juvenil, Viviana Arcidiácono.
El Centro Socioeducativo de Privación de la Libertad Ambulatoria Almafuerte está a cargo de Félix Alejandro Robledo. Allí están alojados jóvenes acusados por casos conocidos, como el asesinato de Lara Valentina Fernández y el del empresario Blaquier. En los últimos meses, quedó envuelto en varias denuncias, por fugas acordadas, por falta de comida para los detenidos, y por circulación de drogas.
En el último verano tuvo dos curiosas fugas grupales, por lo que varios guardias quedaron bajo la lupa en un expediente del Organismo de Niñez, a pesar de que la dirección les firmó informes de conducta sobresaliente.
Por otro lado, en un habeas corpus impulsado por el defensor oficial Ricardo Berenger y el director del programa de Niñez de la Comisión Provincial por la Memoria, Sergio Raimundo, se pidieron multas para funcionarios del Almafuerte y del Organismo de Niñez por falta de comida, de salidas al patio y de talleres de oficios.
Pero esto no es todo. El Almafuerte es el mismo centro de detención donde adolescentes presos por orden de la justicia de responsabilidad penal juvenil, custodiados por el Ministerio de Desarrollo bonaerense, se filmaron aspirando droga que le compraban por teléfono a “Pintó Droga”, un preceptor de la escuela que funciona en el instituto, como denunció el programa Somos Buenos. La circulación de droga quedó plasmada en el libro de guardia del instituto y, a pesar de eso, no se denunció a la Justicia hasta que TN no reveló el caso.