El escándalo por el pago de sobresueldos en el Ministerio de Capital Humano a través de convenios firmados con la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI) dejó en crisis total a Sandra Pettovello y salpicó a los legisladores Agustín Romo, Nahuel Sotelo y Santiago Santurio conocidos como «La Banda del Opus Dei», como adelantó en exclusiva LPO.
En el bloque de La Libertad Avanza se comenta que Santurio podría estar involucrado en la polémica firma de contratos con la OEI. El diputado nacional es un hombre de Joaquín de la Torre y su hermano Pablo fue el primer eyectado del cargo cuando el escándalo fue escalando.
Ahora, con el tema estallado, donde entre otras cosas se descubrió el reparto de «120 palos» entre rugbiers ñoquis, los libertarios pusieron la lupa en los excéntricos destinos a los que viajaron Romo, Sotelo y Santurio.
Los tres legisladores forman parte de «La Banda del Opus Dei» como los conocen entre los libertarios, aunque Santurio está más vinculado a Fasta, otra organización conservadora dentro de la Iglesia Católica. Todos provienen del municipio bonaerense de San Miguel y responden a De la Torre.
El caso de Nahuel Sotelo sorprendió a todo el mundo. A mediados de diciembre, se tomó diez días en la Legislatura bonaerense para viajar a México y casarse con Clara Cuevas, una influencer ultracatólica de aquel país. Desde entonces, en LLA afirman que viaja periódicamente al país Azteca.
De hecho, en medio del escándalo por sobresueldos, el diputado se hizo una escapada para participar como observador internacional en las elecciones del domingo donde tuvo que soportar la aplastante victoria de la morenista de izquierda Claudia Sheinbaum. «Fui invitado por el Foro de Madrid», intentó explicar Sotelo en sus redes.
El mes pasado, Sotelo viajó a Azerbaiyan para participar del 6to Foro Mundial sobre el Diálogo Intercultural, según el diputado, invitado por el parlamento de aquel país. En el medio, se hizo una escapada a Italia para participar de la canonización de Mamá Antula en el Vaticano, junto al presidente Milei.
Por su parte, Agustín Romo se fue a fines de abril a Hungría para participar de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) donde el anfitrión fue el ultraconservador primer ministro Viktor Orbán. La CPAC es patrocinada por famosas instituciones de la derecha norteamericana como la Asociación Nacional del Rifle.
Santiago Santurio también sumó millas y tampoco quiso perderse la canonización de Mamá Antula en el Vaticano a la que asistió Milei en febrero. Quince días atrás, volvió a viajar al Viejo Continente esta vez para participar del congreso de Vox en el Palacio de Vistalegre de Madrid, que tuvo a Milei como estrella.
Santurio compartió recorrido con el diputado rosarino Nicolás Mayoraz, que también tiene un vínculo estrecho con Joaquín de la Torre. Cuando se trató en la comisión conjunta de Seguridad Interior y Legislación Penal, el proyecto de Ley Antimafia de Patricia Bullrich, la diputada peronista Florencia Carigniano se cruzó con Mayoraz y le reprochó su viaje a Madrid.
«Tranquilo, si te pagan para estar acá. Te pasaste un fin de semana en Madrid y no sabemos de dónde sacaste los fondos para pagarte el pasaje, así que tranquilo», disparó Carigniano hace una semana cuando el tema de los sobresueldos recién comenzaba a tener repercusión pública.
Lo cierto es que desde la presidencia de la Cámara de Diputados nacional afirmaron a LPO que no hubo ningún pago a ningún legislador para viajes al exterior. Pero esto no es menos grave. La opacidad de quién financia estos viajes expone a los diputados a dudas sobre que compromisos asumen a cambio de las invitaciones o directamente de dónde salen los fondos para pagar viajes que cuestan miles de dólares.
Algo parecido sucede en la legislatura bonaerense a la que pertenecen Romo y Sotelo. En consecuencia, en medio del escándalo por sobresueldos, la duda que quedó flotando en La Libertad Avanza es cómo hicieron sus legisladores para poder viajar en medio del ajuste.
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