El estilo escandinavo, conocido por su simplicidad elegante y su enfoque en la funcionalidad, conquistó al mundo del diseño de interiores, y la cocina no es la excepción. Esta estética nórdica no solo busca crear espacios visualmente atractivos, sino también entornos que inspiren calidez y comodidad.
En la cocina escandinava, la paleta de colores es clave. Los tonos neutros, predominantemente blancos, se combinan con toques de gris y madera clara. Esta elección refleja la abundancia de la luz natural en los países escandinavos, así como también contribuye a la sensación de amplitud y luminosidad en el espacio.
“Tips” para lograr una cocina con estilo nórdico
La simplicidad en el diseño de muebles es otra característica distintiva. Líneas limpias, formas geométricas simples y la ausencia de ornamentos innecesarios definen la estética escandinava. Los armarios suelen ser minimalistas, con detalles discretos y prácticos.
Por último, los materiales naturales desempeñan un papel fundamental. La madera, en particular, se utiliza ampliamente en los suelos, encimeras y muebles. Este toque orgánico agrega calidez al ambiente y crea una conexión con la naturaleza, un aspecto esencial en el diseño escandinavo.