La deuda en dólares del Banco Central (BCRA) continúa en alza por la emisión de los bonos en moneda extranjera que, en principio, estaban destinados a los importadores que tenían que cancelar deudas con proveedores del exterior. Según estimaciones de Outlier el stock de pasivos en dólares del BCRA se incrementó en casi US$6000 millones durante el primer cuatrimestre del año.
Mediante dos comunicaciones simultáneas, la autoridad monetaria decidió que los accionistas no residentes de empresas a las que se les deban dólares de dividendos podrán acceder a la serie 3 de Bopreal para cobrar. Sin embargo, les impone un parking que se extiende por hasta dos meses si quieren vender esos bonos en el mercado secundario para hacer contado con liquidación (CCL).
Según establece la comunicación “A” 7997, los no residentes que compren Bopreal recién podrán vender dos tercios del total y sacar los dólares vía CCL pasados 30 días de la suscripción. En tanto, una vez transcurridos 60 días podrán convertir en billetes el tercio restante.
De todos modos, Pablo Repetto, socio de Aurum, consideró que la jugada parece poco atractiva en términos financieros. “Parece raro que un extranjero acepte convalidar una pérdida de la magnitud que implica comprar un Bopreal para hacer CCL a un valor, como el actual, de $1400″, dijo. Y agregó: “Si no salieron con CCL antes ni ahora, no veo qué incentivo puede haber a ejecutar una operación de esta naturaleza”.
La serie tres de Bopreal tiene un tope máximo de emisión de US$3000 millones y el BCRA ya colocó US$1197 millones, por lo que quedan algo más de US$1800 millones para asignar al pago de dividendos. La estrategia de la autoridad monetaria es doble: seguir aspirando pesos y evitar que el giro de utilidades presione sobre los tipos de cambio vigentes (tanto el oficial como el financiero).
No obstante, estimaciones privadas indican que en la Argentina hay dividendos “atrapados” por entre US$5000 y US$6000 millones, por lo que no alcanzará con el Bopreal para distender totalmente esa demanda ante una eventual salida del cepo cambiario.
Según Gabriel Caamaño, socio de Outlier, la decisión del BCRA va en contra de la idea de que el tipo de cambio oficial está en equilibrio. “Si seguimos con todas las restricciones y pateando el stock para adelante. Entonces este no es el tipo de cambio. Si liberaran las restricciones y todos esos pagos se cursaran por el mercado oficial o el CCL, el tipo de cambio no sería este. No sé cuál sería, pero seguramente no sería el actual. Creo que esa es la crítica principal”, sostuvo.
Por su parte, Repetto manifestó preocupación porque el BCRA emite más deuda en dólares. “Es un problema en sí mismo porque es contra reservas. Aumenta el stock de deuda a vencer y puede empezar a generar más dudas de pago si no se acumulan muchas reservas. Comprometen el nivel de reservas a futuro especulando que el stock va a ir mejorando”, recalcó.