El informe de Reporteros Sin Fronteras señala un preocupante deterioro en la libertad de prensa en Argentina, relacionado con el mandato de Javier Milei, lo que levanta alarmas sobre el futuro del periodismo en el país.
La Argentina ha descendido 26 posiciones en el ranking que evalúa la Libertad de Prensa, según el informe «Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024: los peligros de la industria del engaño», elaborado por la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF). En esta nueva edición, el país se ubica en el puesto 66 de un total de 180, marcando un preocupante retroceso en el acceso a la información.
RSF advierte que la llegada al poder del presidente Javier Milei ha sido un factor determinante en este descenso. En palabras de la organización, su mandato «marca un nuevo y preocupante punto de inflexión para la garantía del derecho a la información en el país». Este descenso se suma a los problemas estructurales que ya enfrentaba la libertad de prensa en Argentina, tales como la alta concentración de medios, la polarización y la falta de políticas públicas para garantizar la pluralidad en el sector.
La relación entre el deterioro de la Libertad de Prensa y Javier Milei es evidente en el informe de RSF. La organización destaca que «la llegada al poder de Javier Milei, abiertamente hostil con la prensa, marca un nuevo y preocupante punto de inflexión para la garantía del derecho a la información en el país». Esta postura ha sido motivo de preocupación desde antes de su asunción, con advertencias sobre su actitud agresiva hacia los medios de comunicación.
El cierre de la agencia estatal de noticias Télam por parte del Gobierno ha sido interpretado como un duro golpe al derecho a la información en Argentina, según RSF. Este hecho se suma a otros intentos de silenciamiento más sutiles, como presiones económicas y abuso de demandas civiles contra periodistas críticos.
El informe también alerta sobre el riesgo que enfrentan los periodistas que cubren medio ambiente, una profesión cada vez más peligrosa. La UNESCO reporta que entre 2009 y 2023, 44 periodistas dedicados a esta temática fueron asesinados, mientras que el 70% de los encuestados en el estudio señalaron haber sido objeto de agresiones, amenazas o presiones.
En este contexto, las autoridades de Naciones Unidas advierten sobre la creciente violencia hacia el periodismo medioambiental, en un mundo donde la libertad de prensa está sitiada. Según el informe de la UNESCO, América Latina y el Caribe son las regiones más mortíferas para los periodistas, con 86 asesinatos reportados en 2022.