Una sensación de victoria crece dentro de Evolución. Esa sensación está basada en dos hechos: la multitudinaria movilización por la educación pública y el traspié del sector que responde a los gobernadores radicales con la Reforma Laboral que le presentaron al Gobierno. En ese escenario tomaron protagonismo Martín Lousteau y, sobre todo, Facundo Manes, quienes, desde la derrota electoral de Juntos por el Cambio, tejen una alianza para construir un espacio de centro que pueda pelear en los comicios legislativos del próximo año, con base en el territorio porteño y bonaerense. El desafío de ese objetivo es lograr saldar las propias internas que el neurólogo gestó en la provincia de Buenos Aires y la necesidad del presidente del Comité Nacional de convocar a nuevos actores.
“El Gobierno perdió el debate público con el tema de las universidades”, analizaron en diálogo con Infobae desde Evolución. Lousteau venía de una seguidilla de embates públicos: desde su voto negativo al DNU de Javier Milei en el Senado hasta la imágen de su mano a media alza para garantizar el aumento de la dieta de los integrantes de la Cámara alta. En paralelo, Emiliano Yacobitti -vicerrector de la Universidad de Buenos Aires y principal aliado del presidente de la UCR- comenzó a ocupar los canales de televisión con el reclamo de más fondos para sostener el funcionamiento de las instituciones y aumentar los salarios docentes. El resultado fue una marcha multitudinaria con repercusión en todo el país y con Rodrigo De Loredo -ex aliado- insultado por un colectivero por no dar quórum en la sesión que trataba el presupuesto para la educación pública universitaria.
Hace semanas que Causa Federal -espacio liderado por Alfredo Cornejo y Gustavo Valdés– trabajaba en una reforma laboral que, entre sus puntos más importantes, proponía la eliminación de las contribuciones solidarias a los sindicatos e incentivos para que la registración sea más fácil, estableciendo un mínimo imponible a las contribuciones patronales equivalente a un salario mínimo para los primeros cinco empleados. Ambos puntos no pasaron las negociaciones con el oficialismo. Algo que también fue recibido como un triunfo entre los rivales de los gobernadores. “Le vaya bien o mal al Gobierno, se los van a llevar puestos”, analizaron cerca de las autoridades del Comité Nacional en referencia al rol de aliados plantean los radicales más conservadores.
Durante la movilización en Plaza de Mayo -y la repercusiones periodísticas- Manes volvió a dar entrevistas, luego de meses de mantenerse al margen de los medios de comunicación. En una de sus intervenciones aprovechó para reiterar uno de sus principales lemas durante su frustrada candidatura presidencial del 2023: “Mi misión es que la UCR deje de ser una ONG y pase a ser un partido de poder”, dijo en diálogo con Laca Stream. Esas ideas hoy coinciden con la estrategia de Lousteau. Ambos tienen en claro que el partido centenario debe ser oposición -en disidencia con el sector que responde a los gobernadores- y construir un espacio alejado de los extremos que hoy representan el kirchnerismo y La Libertad Avanza.
El factor bonaerense
Si bien el acercamiento entre Lousteau y Manes lleva unos meses, en las últimas semanas hicieron pie en el plano legislativo. De hecho, cuando el neurólogo peleó por la presidencia del bloque sólo tuvo el apoyo de Gerardo Morales (también aliado del líder de Evolución) y en el tratamiento de la primera versión de la Ley Ómnibus quedó solo con su socio Pablo Juliano para votar en contra. Ahora el escenario cambió y en el Congreso encontraron acercamientos como, por ejemplo, para dar quórum para poder llevar una sesión especial, en la que se buscaba tratar proyectos que establecen el financiamiento de las universidades nacionales, volver a poner en vigencia el Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y modificar la movilidad jubilatoria.
“Nuestro objetivo es tejer de abajo para arriba”, dicen en el entorno de Manes. En simples palabras, apuestan a que la construcción se consolide primero en el área legislativa para luego dar el salto al plano electoral. Pero ese sueño se enfrenta con un obstáculo importante: el rechazo que genera la figura del neurólogo entre muchos radicales que lo acompañaron en su postulación como diputado en el 2021 y el año pasado en su insistencia por llegar a la Casa Rosada. De hecho, su relación con Maximiliano Abad, titular del Comité Provincia y principal constructor de su figura política, está rota.
A fin de año Adab – actual senador nacional- deberá buscar un heredero en el Comité Provincia ante la imposibilidad de reelegir. Uno de los nombres que suenan es Pablo Domenichini, actual legislador provincial, rector de la Universidad Nacional Guillermo Brown y hombre fuerte de Evolución en el territorio bonaerense. Hay otras figuras en competencia pero, entre todos ellos, pocos tienen buen vínculo con Manes. Aunque todos los dirigentes involucrados y consultados por este medio coinciden en que se trata de una discusión lejana, reconocen que el próximo presidente del Comité Provincia debe ser opositor al kirchnerismo y al liberalismo.
Incluso en Evolución tiene fuertes resistencias Manes. Un santafesino suele bromear: “Con Gerardo Morales podemos acordar todo, tiene palabra, pero no te podes sacar una foto de campaña. Con Facundo te podes sacar la foto pero nunca confiar en su palabra”. Pese a la incomodidad que genera el neurólogo entre los radicales, nadie niega su alto nivel de conocimiento entre los votantes bonaerenses aunque sus máximos rivales rematan: “Su candidatura en el 2021 la armamos en seis meses y hoy tiene un alto porcentaje negativo en las encuestas”.