Este viernes, el secretario de Estado de Estados Unidos Anthony Blinken, declaró que su país “no está implicado en operaciones ofensivas”, en relación a los explosivos que fueron registrados este viernes en Irán. Estas palabras fueron escuchadas al concluir el G7 de Exteriores en la isla italiana de Capri, que abogó por una desescalada de tensiones en Oriente Medio.
Esta madrugada Israel atacó a Irán, según funcionarios de ambos países, en lo que parecía ser su primera respuesta militar al ataque iraní contra territorio israelí el fin de semana pasado. El ataque fue el último de un ciclo de represalias entre los dos enemigos que ha alarmado a los líderes mundiales.
Blinken comunicó en una rueda de prensa que Estados Unidos no participa “en ninguna operación ofensiva”. “Lo que puedo decir es que estamos trabajando en la desescalada. No quiero decir nada más, no estamos implicados”, dijo tras la reunión de los ministros de las democracias más ricas del planeta.
La autoridad además destacó que el G7 “trabaja unido para poner fin al conflicto de Gaza, facilitar más ayuda humanitaria y conseguir la liberación de los rehenes de Hamas”, y luego añadió que el grupo islamista es “lo único que se interpone” para lograr un alto el fuego en la franja.
El secretario afirmó que se encuentran “comprometidos con la seguridad de Israel”, e insistió en que lo verdaderamente importante en estos momentos es “evitar la escalada y pedimos a todas las partes que controlen sus acciones”. Es por eso que aclaró, “hemos sido muy claros, no podemos estar a favor de una operación en Rafah”, refiriéndose a la operación que Israel quiere lanzar en ese territorio palestino.
Blinken también mencionó la posición en la que se encuentra el país norteamericano con respecto a Ucrania: “Nuestro apoyo ha quedado muy claro”. Además aseguró que el presidente ruso, Vladimir Putin, “creía que perderíamos la paciencia”, pero su agresión a Ucrania ha dado lugar a “la mayor unidad de los países del G7 y de la OTAN en 50 años”. Aún así, “es imperativo que haya más recursos” para Kiev, “si no, no lo conseguirá”. Fue en ese momento que mencionó la necesidad urgente de “sistemas defensa aérea, artillería y munición”.
En la rueda de prensa el secretario de Estado también se refirió a China y su papel en la guerra. Acusó al país de Asia Oriental de “alimentar” el conflicto en Ucrania apoyando a Rusia. ”También nos hemos concentrado en extender la mano a nuestros socios del Pacífico, pues el apoyo de China a Rusia demuestra que la seguridad del mundo está interconectada”, explicó.
China y Rusia mantienen “una relación bilateral, están en contacto desde hace mucho tiempo” y, aunque “no hemos visto una provisión directa”, si se ha hecho de “componentes clave de la industria de defensa”, lo que ha ayudado a Rusia a “reconstruir su capacidad de defensa”. Y luego agregó, “Rusia no es solo una amenaza para Ucrania, sino para Europa”. La autoridad acusó a Beijing de “apoyar esa amenaza a la seguridad europea” y al mismo tiempo mantener “relaciones amistosas” con los países europeos.