Mientras tanto, Alemania anunció un aumento de la ayuda humanitaria y se confirmó para este lunes una reunión de alto nivel de más de una veintena de aliados occidentales de Ucrania, pero en ninguno de los dos casos se mencionó un hipotético suministro inminente de equipos militares.
«Que Ucrania pierda, que sea muy difícil para nosotros y que haya un gran número de bajas depende de ustedes, de nuestros socios, del mundo occidental», afirmó Zelenski en conferencia de prensa en Kiev con motivo del segundo aniversario del inicio de la invasión rusa.
«Si somos fuertes, con armas, no perderemos esta guerra», agregó el mandatario, según la agencia de noticias AFP.
Zelenski se mostró optimista sobre la aprobación de un nuevo paquete de ayuda de Estados Unidos por 60.000 millones de dólares, actualmente bloqueado en el Congreso en Washington por los representantes republicanos.
«Estoy seguro de que (la votación) será positiva; de lo contrario ,no entiendo el mundo en el que estaremos viviendo», señaló.
Más temprano, el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, dijo que la mitad de las armas prometidas a Ucrania llega con retraso.
«Una promesa no constituye una entrega», lamentó el funcionario durante un foro internacional en Kiev, organizado con motivo del segundo aniversario de la invasión, ocurrida el 24 de febrero de 2022.
«Un 50% de los compromisos no se cumplen a tiempo», criticó Umerov en presencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y los primeros ministros de Canadá, Italia y Bélgica, que visitaron Kiev por el aniversario y asistieron al foro.
Los retrasos, según el ministro, colocan a Ucrania en una mayor desventaja en la guerra contra Rusia, ya que implican «pérdidas humanas y de territorio».
El Ejército ucraniano enfrenta una situación extremadamente difícil en el frente, y tras cuatro meses de encarnizados combates se vio obligado a retirarse de la ciudad de Avdiivka, en el este del país.
A pesar de la insistencia de Kiev, los aliados occidentales se han mostrado reacios en los últimos meses a aprobar nuevas ayudas a Ucrania, esencial para la exrepública soviética.
Gracias a la invasión, Rusia ocupa a Ucrania aproximadamente el 20% de su territorio, y se ha anexado cuatro de las cinco provincias donde controla territorios, todas ellas en el sur y este de Ucrania.
Esto le ha permitido poder unir su territorio, a través de estas provincias ucranianas, con la región también ucraniana de Crimea, una península de gran valor estratégico donde Rusia tiene anclada su Flota del mar Negro.
Una contraofensiva lanzada el año pasado por Ucrania para intentar recuperar territorios ocupados y fortificados por Rusia terminó en fracaso, pese a haber sido realizada con sofisticadas armas suministradas por Estados Unidos y otros países de la OTAN.
En Estados Unidos -el país que más apoyo militar dio a Ucrania- legisladores del Partido Republicanos, opositor al presidente Joe Biden, del Partido Demócrata, bloquean desde hace semanas un paquete de 60.000 millones de dólares en asistencia para Ucrania.
A pesar de estas preocupantes señales, el primer ministro ucraniano, Denis Shmigal, dijo este domingo en el foro en Kiev que estaba convencido de que Estados Unidos «no va a abandonar» a Ucrania y terminará por aprobar la ayuda.
La de la Unión Europea (UE) fue validada en febrero, pero con retraso.
En los últimos días, Zelenski urgió a sus aliados occidentales a entregar más rápido la ayuda prometida, y pidió más municiones, sistemas de defensa aérea y aviones de combate.
«Saben muy bien lo que necesitamos para proteger nuestros cielos, para reforzar nuestro ejército de tierra, lo que necesitamos para apoyar y continuar nuestros éxitos en el mar», insistió el sábado, durante una reunión telemática del G7, que agrupa las principales potencias occidentales.
«Esta es una guerra en la que las fuerzas aliadas deben realizar las entregas a tiempo», subrayó.
El dirigente ucraniano aseguró que los retrasos en la entrega de armas contribuyeron al fracaso de la contraofensiva de Kiev en el verano europeo de 2023, pero que las fuerzas ucranianas «tienen un plan para 2024».
La jefa de la diplomacia de Alemania, Annalena Baerbock, que llegó ayer al sur de Ucrania, declaró hoy que la ayuda de los aliados no debe «minimizarse como si fuera en vano».
«Salva vidas todos los días», insistió la ministra de Relaciones Exteriores, y agregó que las autoridades alemanas aún discutían el envío de armas de largo alcance.
«Nos estamos devanando los sesos con respecto a cómo enviar más armamento, incluso armas de largo alcance», dijo en conferencia de prensa en Odesa, una ciudad ucraniana a orillas del mar Negro.
Baerbock anunció que Alemania resolvió enviar a Ucrania un nuevo paquete de ayuda humanitaria por 108 millones de dólares, con lo que la asistencia de Berlín a Kiev totaliza unos 1.083 millones de dólares, según la agencia DPA.
Ucrania presiona a Alemania por la entrega de misiles Taurus, una de las armas más modernas y eficaces de las fuerzas aéreas alemanas.
En ese contexto, una veintena de jefes de Estado o de Gobierno de aliados occidentales de Ucrania se reunirá mañana en París para ratificar su unidad y su apoyo a Kiev, sin que esté previsto que se anuncie ayuda militar adicional.
Participarán, entre otros, los jefes de gobierno de Alemania, Olaf Scholz, y de Polonia, Adrzej Duda, y se espera que también lo haga Zelenski a través de una videollamada.
El papa Francisco, por su parte, se refirió durante el Ángelus dominical al «martirizado pueblo ucraniano» y pidió encontrar una solución diplomática para una «paz justa y duradera».
«Es una guerra que no solo está devastando esa región de Europa, sino que desencadena una ola global de miedo y odio», aseveró el Papa al referirse al conflicto.
Los bombardeos rusos continúan diariamente sobre Ucrania.
En la madrugada de este domingo, un ataque dejó un herido en Kostiantynivka, en el este, y daño a varios edificios, según la Policía ucraniana.
En Nikopol, en el sur del país, un dron ruso lanzó explosivos contra un vehículo y mató a un hombre de 57 años, según el gobernador de la región de Dnipropetrovsk, Serguei Lyssak.
En Rusia, en tanto, el Ministerio de Defensa informó hoy que los sistemas de defensa derribaron hasta 77 drones lanzados por las Fuerzas Armadas de Ucrania en las últimas 24 horas contra zonas de Rusia y zonas de Ucrania ocupadas por el Ejército ruso.
Por su parte, autoridades de la provincia rusa de Belgorod, fronteriza con Ucrania, informaron de un ataque con seis drones ucranianos contra la capital provincial, también llamada Belgorod.
El gobernador de la región, Viacheslav Gladkov, dijo este domingo en su perfil de Telegram que más de 10 drones ucranianos habían atacado Belgorod capital en las últimas 24 horas.