El ministro ecuatoriano para la Gestión de Riesgos, Jorge Carillo Tutiven, manifestó a la prensa local que, además de las víctimas fatales, «22.000 personas resultaron afectadas por las fuertes lluvias».
«Estamos preparados, tenemos los recursos necesarios para atender a la población», agregó, según la agencia de noticias ANSA.
Según los meteorólogos ecuatorianos, el mal tiempo, típico de la temporada invernal, se vio intensificado por las temperaturas medias más elevadas de la superficie del Océano Pacífico.