La jornada se enmarcó en la iniciativa «Verano Solidario» para promover «la tarea que realizan organizaciones sociales, sumar voluntarios y defender derechos en riesgo», detalló la agrupación Argentina Humana, responsable de la iniciativa.
En una carpa emplazada en la plaza frente al Congreso, decenas de profesionales y voluntarios recibían a pacientes y tras las primeras consultas los derivaban a distintas postas sanitarias, mientras se ofrecía frutas, galletitas, agua y protector solar para mitigar una jornada calurosa.
«Esperábamos tener una buena convocatoria pero nos sorprendió mucho porque vino un montón de gente. En la posta de Enfermería hacemos controles generales y según los parámetros que obtengamos los derivamos a las distintas carpas o brindamos asesoramiento», expresó a Télam Agustina, estudiante de Enfermería y voluntaria de la agrupación Argentina Humana.
Y precisó que «muchas personas con hipertensión arterial se acercaron para controlarse».
Además, se brindó atención gratuita para niños y adultos en odontología, otorrinolaringología, nutrición, asesoramiento en salud mental, consumos problemáticos de sustancias y en discapacidad, entre otras áreas.
También hubo talleres, con charlas de prevención del dengue, enfermedades crónicas e higiene, primeros auxilios, educación sexual integral, salud mental, cursos de reanimación cardio pulmonar (RCP) y cepilla de dientes para niños.
También se realizaron electrocardiogramas y testeos rápidos de VIH y sífilis.
Eliana Correa, técnica de laboratorio, precisó a Télam que se acercó porque tenía «ganas de colaborar y hacer algo» y sostuvo que «la gente se acerca con curiosidad y ganas».
Con una espera de 25 minutos, los resultados de los testeos rápidos de VIH y sífilis eran informados a los pacientes y, según Correa, para los casos positivos implementaron «un sistema articulado y damos la primera dosis de penicilina y coordinamos para que la segunda y tercera dosis se la puedan dar en algún centro de salud cercano».
En atención de salud mental ofrecían un espacio de veinte minutos para que las personas puedan recibir orientación y «no se queden aisladas para que cuando tengan problemas y busquen atención en lugares de cercanía», explicó la psicóloga Rebeca Hillert.
«Mucha gente se siente culpable de las situaciones en las que se halla, de no poder compartir lo que le sucede y no poder ser escuchado. Se viven problemas que no son sólo padecimientos mentales, entonces se vive con mucha angustia», agregó.
«La gente tiene muchas ganas de hablar y ser escuchada. Acá sólo tenemos 15 o 20 minutos para cada uno, por lo que intentamos asesorarlos de la mejor manera para que puedan intercambiar y encontrar lugares de atención», dijo.
En sus redes sociales, el dirigente de Patria Grande, Juan Grabois, sostuvo que «es una oportunidad para debatir, para protestar y mostrar in situ el laburo de nuestros médicos, médicas, enfermeras, agentes de salud y promotoras de salud» e invitó a que más personas se sumen como voluntarios.