La nueva Maserati sigue sumando novedades a su catálogo. Su última creación es el Maserati MCXtrema, un supercoche exclusivo para circuito. Basado en el magnífico MC20, presume de un estilo mucho más anguloso, un trabajado paquete aerodinámico y 740 CV extraídos del famoso motor V6 Nettuno, con 3,0 litros y dos turbos.
Este Maserati de carreras está limitado a 62 unidades y no podrá circular por la calle. Para particulares y coleccionistas, el MCXtrema será un digno sucesor del MC12 Corsa de mediados de la década de 2000.
Respecto al MC20 de producción, esta variante luce una carrocería más afilada. El frontal, más largo y bajo, incorpora un splitter de fibra de carbono y apéndices para optimizar el paso del flujo del aire. Los pasos de rueda delanteros recuerdan al legendario Maserati Tipo 61 ‘Birdcage’ de 1959, mientras que las salidas de aire en forma de tridente en el capó añaden carga aerodinámica.
Al más puro estilo Bugatti Chiron, hay unas prominentes tomas de aire por detrás de las puertas y también en el techo, junto con aleta de tiburón iluminada, que mejora la estabilidad y dirige el aire hacia el enorme alerón trasero.
En el interior del MCXtrema se ha eliminado todo lo superfluo para ahorrar peso y ayudar al conductor a centrarse en el manejo del coche, con lo cual el tablero tradicional se ha transformado en una pantalla de 5 pulgadas integrada en el volante, que también cuenta con botones y diales giratorios.
El MCXtrema se podrá personalizar para cada cliente, incluidos la posición del volante, la pedalera y los mandos. Asimismo, la seguridad es una cualidad importante, confirmado por el arnés de competición de seis puntos y la jaula interior completa.
Bajo el chasis monocasco de fibra de carbono se encuentra una versión potenciada del motor Nettuno. Los turbocompresores específicos proporcionan al coche de carreras 110 CV adicionales en comparación con el coche de producción, para un total de 740 CV a 7.500 rpm, mientras que el par motor se mantiene en 730 Nm. Una caja de cambios secuencial de seis velocidades envía la potencia a las ruedas traseras y se gestiona a través de un diferencial mecánico de deslizamiento limitado.
La suspensión de doble horquilla en las cuatro ruedas, con geometría específica, mantiene toda esa fuerza bajo control. Los amortiguadores, muelles y barras estabilizadoras de competición ajustables facilitan la adaptación del coche a diferentes trazados, y los frenos carbocerámicos deberían resistir el desvanecimiento y proporcionar muy cortas distancias de frenado.
