«A las 17, todos los clientes afectados por la contingencia del último sábado recuperaron el suministro. Hoy nos fue entregado el edificio de la SE Caballito. Hoy se van a realizar tareas de apuntalamiento y hacer una evaluación de seguridad. Mañana empiezan a romper el techo de la subestación para poder empezar a trabajar de manera segura en la reconstrucción», difundió Edesur.
No obstante, aclararon que «el servicio va a operar de manera inestable», porque «dio suministro a los clientes afectados por el incendio gracias a la distribución de carga con otras subestaciones y la colocación de equipos electrógenos».
Por último, la empresa pidió «un uso responsable de la energía tanto en Caballito como barrios aledaños».
En la avenida Directorio y Viel se levantó el corte de calle, pero vecinos y vecinas continuaban apostados en una de las esquinas en modo asambleario atentos a las novedades.
«Ahora nos dieron luz supuestamente a todos, pero no sabemos si es definitivo o no, ni cuánto va a durar. Tuvimos un tiempo, después cortaron y ahora nos volvieron a dar luz. En esas subidas y bajadas de corriente a muchos se les quemaron los aires acondicionados, las heladeras. Hay algunos vecinos sobre calle Viel y Zuviría que todavía siguen sin luz», dijo a Télam, Mariné Pignani, vecina de la zona.
En el lugar se presentó una escuadrilla de Edesur que monitoreó grupos electrógenos, también sobre avenida Directorio había un camión cisterna de Aysa, una carpa apostada sobre la vereda donde se entregaban botellas de agua. También personal del Gobierno de la Ciudad y de Defensa del Consumidor, que asistió a vecinos en sus denuncias.
«Estamos acompañando a los vecinos por orden del jefe de gobierno -porteño- para poder accionar frente a las deficiencias de la empresa Edesur», dijo a Télam, el director general de Defensa del Consumidor, Carlos Traboulsi.
Por su parte, la enfermera María Agüero, de la escuela hogar que recuperó momentáneamente la luz, donde viven 40 jóvenes, entre mujeres y hombres mayores de 18 años que presentan distintas discapacidades físicas, psíquicas y psiquiátricas, explicó: «La situación nos está sobrepasando porque nos dan y cortan la luz desde el sábado. También nos habíamos quedado sin agua».
Luego de los reclamos de los vecinos, en la escuela la escuadrilla de Edesur activó un generador eléctrico.
«El generador está a prueba», agregó la enfermera.
«Algunos de los chicos utilizan sillas de ruedas y tenemos primer y segundo piso. Al no tener luz no podían subir a sus habitaciones, entonces lo tuvimos que hacer dormir en colchones abajo. Afectó mucho el calor que hizo. Las luces de emergencia también se apagaron», afirmó.
Por su parte, Antonella Culiari, que vive sobre la calle Viel, dijo a Télam que «después de mucha lucha logramos que venga Edesur a hacer esta conexión con el grupo electrógeno, pero está agarrado de los pelos, la luz va y viene y ya perdí toda la comida, tengo que dejar la heladera desconectada, porque es mucha plata perder la comida».
Y agregó: «Estuvimos tres días sin luz, sin que viniera nadie, hasta que el lunes nos levantamos a las 6 de la mañana, me levanté llorando porque estaba ahogada sin luz y sin agua. Los vecinos no perdemos la guardia, armamos un plan de contingencia, y de ser necesario volveremos a cortar -la calle-«.
A pocas cuadras del lugar, sobre José María Moreno, a la altura de Formosa, donde sucedió la explosión de la subestación, la calle continuaba cortada este martes.
«El día que explotó yo estuve acá, fue aterrorizante, angustiante, lo único que veíamos era llamas y humo negro. Mi hija vive justo en el edificio lindero a ese lugar y no me podía comunicar. Ella está bien», dijo Teresa, una vecina de la zona afectada que hoy recuperó la luz, pero subrayó al respecto que la solución «está atada con alambres».
La mujer dijo además que debe subir ocho pisos por escalera por el temor de que se le corte la luz mientras utiliza el ascensor de su edificio y concluyó que «los vecinos de esta zona venimos con cortes de luz desde hace 15 años».
En esta intersección también había apostados generadores eléctricos y el Gobierno de la Ciudad repartía botellas de agua mineral.
Caballito fue el barrio más afectado, con 4.433 clientes sin luz, seguido de Flores con 519 usuarios afectados y Parque Chacabuco con 214.
Este mediodía, en el reporte de usuarios afectados hubo una diferencia: mientras el ENRE denunciaba 4.433 en Caballito, Edesur informaba de sólo 1.000.
El sábado se desató un incendio en la subestación de Edesur en Caballito, ubicada en la avenida José María Moreno entre Alberdi y Formosa.
Según la empresa, el foco «se habría originado en una máquina de filtración de aceite» durante tareas de mantenimiento «afectando, después, el resto de las instalaciones».
El siniestro, que obligó a evacuar a decenas de personas que habitan edificios linderos, dejó sin suministro eléctrico a unos 60.000 usuarios y muchas viviendas quedaron sin agua, dado que el corte de electricidad afectó a la planta elevadora de AySA, ubicada a pocas cuadras.