Javier Milei tomó distancia de la ley ómnibuos porque cree que se la dejaron «muy deshidratada» en el Congreso y se fue a Israel sin saber cómo terminará el texto que presentó con la idea de «refundar» el país.
«Los bloques aliados le dieron la llave del auto pero le desinflaron las ruedas y le descalibraron el volante», dijeron a LPO en el Gobierno.
El presidente dejó trascender que va a vetar la coparticipación del impuesto País y la movilidad jubilatoria con la que amenazan los propios bloques aliados.
En este clima, el gobierno avanza hacia la votación artículo por artículo de la ley sin saber cuántos votos de los opositores aliados obtendría. Al cierre de esta nota, fuentes del oficialismo reconocieron que aun no tenían cerrado al detalle qué artículos se agruparían para votar por capítulos y cuáles se separarían para discutir en particular.
Esa opacidad para los libertarios deriva de la falta de síntesis que talla al interior de los bloques de Miguel Pichetto y la UCR.
Un diputado cordobés que integra Hacemos Coalición Federal (HCF) admitió ante LPO que «puede haber libertad de acción porque no hubo negociación política». La definición multiplica gravemente la incertidumbre de la bancada de La Libertad Avanza (LLA). «Mañana, después de labor parlamentaria, nos dirán cómo viene la sesión», confesaron en un despacho del oficialismo.
En ese sentido, fuentes cercanas al legislador de la provincia mediterránea reconocieron: «no sabemos cómo va a salir privatizaciones y las falcultades delegadas pueden caer por los fondos fiduciarios, no las emergencias».
Los fondos fiduciarios son mecanismos de financiamiento sectoriales en los que las provincias tienen interés.
El radicalismo, por su parte, evaluaba en la tarde del lunes «qué está dispuesto a votar en términos de las delegaciones y las privatizaciones», según un dirigente al tanto de la negociación. «Se está trabajando en determinar qué es aceptable para el radicalismo en esos capítulos», confesó.
Sin la confirmación de la cantidad de los diputados que aportan Pichetto y la UCR, el oficialismo llegaría a tientas al recinto.