Al salir de la peluquería, tras habernos realizado tintura o mechas puede que experimentemos la sensación de haber obtenido un resultado demasiado artificial.
Al parecer, existe lo que los expertos en coloración denominan «regla de los tres lavados», que asegura que el color necesita tiempo (junto con agua y shampoo) para asentarse y fundirse con el pelo de base.
Es que al realizar una coloración, se altera la estructura interna del pelo y es necesario lavarlo, al menos, tres veces, para que se integre el nuevo color, según asegura el estilista español Juan Diego Teo.
Esto no significa que haya que aumentar las veces que nos lavamos el pelo o hacerlo, por obligación, tres días seguidos. Sino que tiene que ver con darle (y darnos) el tiempo necesario para entender que el resultado irá tomando un aspecto más natural con el correr de los días y los lavados.
El efecto artificial es más frecuente cuando hacemos mechas, reflejos o ballayage pero, con los primeros lavados, se irán atenuando los restos de pigmento y el color se irá viendo cada vez mejor y natural.
Cambio de look: la estrategia para que se vea más natural
Algo similar pasa cuando nos hacemos un corte de pelo: los expertos afirman que se asienta a los quince días de haberlo realizado.
En este sentido, Jo Hansford, una de las coloristas más famosas de Hollywood ( Kate Middleton, Gwyneth Paltrow y Angelina Jolie, entre otras, fueron algunas de las celebridades con las que trabajó) sostiene que «es mejor hacer el color una semana antes de un evento importante, ya que así se asienta. Si se hace el día anterior puede verse poco natural», le contó a Vogue.