A una semana de la visita de Javier Milei al Papa Francisco, la Iglesia Argentina hizo una fuerte advertencia al gobierno nacional para que garantice la ayuda alimentaria a los comedores, donde denuncian que la ministra Sandra Pettovello interrumpió por completo la provisión de comida.
La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) emitió un duro comunicado en el que le recuerda a Pettovello que en Argentina a «cientos de miles de familias se les hace cada vez más difícil alimentarse bien».
«La comida no puede ser una variable de ajuste», sostuvo el órgano que conduce monseñor Oscar Ojea, en un mensaje muy fuerte al gobierno. «Ante una crisis no son suficientes los paradigmas tecnocráticos, sean estadocéntricos, sean mercadocéntricos, es necesaria la comunidad», agregó.
La Iglesia sostuvo que «es necesario anticiparse para que esta situación no profundice la crisis alimentaria», y en ese sentido consideró que «se debe facilitar a las personas, las comunidades y al pueblo aquello que se necesite para ayudar a los más frágiles».
La CEA recordó que durante la pandemia de Covid-19 «se multiplicaron los comedores» en las parroquias, las Iglesias evangélicas y los movimientos populares. La entidad valoró que «esa reserva está todavía presente» y por eso «el Estado nacional, provincial y municipal tienen que aprovecharla para que nadie se quede sin el pan de cada día».
«Todos los espacios de cuidado que dan de comer, todos los comedores comunitarios, de parroquias, iglesias evangélicas y de movimientos populares deben recibir ayuda sin dilación», reclamó la Comisión Episcopal a Pettovello.
El reclamo de la Iglesia se da en medio de una fuerte disputa entre Pettovello y las organizaciones sociales por la decisión de la ministra de interrumpir la ayuda a los comedores, con el aparente objetivo de realizar una auditoría y cambiar el mecanismo por el cual se entregan los alimentos.
El jueves pasado Pettovello se cruzó con un grupo de manifestantes de la UTEP en la puerta de su oficina. «Voy a atender uno por uno a la gente que tiene hambre, no a los referentes. Chicos, los que tienen hambre vengan de a uno que les voy a anotar el DNI», gritó la ministra y se quedó sentada en una mesita.
Este lunes la organización que conduce Juan Grabois armó una «fila del hambre» que a media mañana ya sumaba más de 15 cuadras de cola. Los manifestantes se congregaron en Juncal y Pellegrini, donde tiene su oficina Pettovello, y la fila se extendía al menos hasta Avenida de Mayo.
No obstante, la ministra no estaba para atenderlos como había prometido y avisó que sólo los recibirá con cita previa. «Yo no cité a la gente para que esté bajo el sol, los convocaron los dirigentes. No los voy a recibir porque yo no los convoqué», se desligó.