La universidad de Harvard es una de las más prestigiosas del mundo y, además de educar, cuenta con un área de investigación que busca respuestas a temas de salud. Según la entidad, existe un grupo de hormonas que se encarga de ayudarnos a generar sensaciones de bienestar: reciben el nombre coloquial de hormonas de la felicidad, dado que son las responsables de experimentar este estado emocional.
“Las hormonas son los mensajeros químicos del cuerpo. Viajan a través del torrente sanguíneo hacia los tejidos y órganos. Surten su efecto lentamente y, con el tiempo, afectan muchos procesos distintos”, resume Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, a la vez que enumera algunos que incluyen:
- Crecimiento y desarrollo.
- Metabolismo.
- Función sexual.
- Reproducción.
- Estado de ánimo
Cuáles son las hormonas de la felicidad
Stephanie Watson, exeditora ejecutiva de Harvard Women’s Health Watch, especificó en una publicación de la prestigiosa universidad estadounidense cuáles son estas cuatro hormonas de la felicidad:
- Serotonina. Es la más estrechamente ligada a nuestro estado de ánimo y el control de las emociones. Tras una discusión, descienden los niveles de enfado y nuestras ideas empiezan a aclararse. Se trata de la acción de la serotonina, responsable de restaurar el equilibrio emocional. Bajos niveles de esta hormona se asocian a la depresión.
- Dopamina. Esta sustancia química está relacionada con la motivación y con el sistema de recompensa. Nos hace ser competitivos, defendernos ante algún peligro y nos impulsa a cumplir objetivos. Nuestro cerebro libera dopamina cuando nos encontramos con una recompensa inesperada.
- Endorfinas. Se conocen hasta veinte tipos diferentes y son las protagonistas del bienestar. Con una estructura química muy similar a la morfina, son capaces de mitigar el dolor, llegando a ser consideradas como más potentes que los analgésicos.
- Oxitocina. El hecho de estar cerca de otras personas con las que existe un vínculo aumenta sus niveles, generando mayor confianza hacia ellas. Hay estudios que afirman que los abrazos a otras personas o las caricias a las mascotas aumentan la generación natural de oxitocina
Cómo activar las hormonas de la felicidad
“Es posible aumentar los niveles de estas hormonas con algunos cambios simples en el estilo de vida, como dieta, ejercicio y meditación, y posiblemente mejorar tu estado de ánimo en el proceso”, dice un estudio de Harvard y, a través de las publicaciones de la Harvard Health, surgen formas muy sencillas de activar las hormonas de la felicidad como conclusión de un proyecto.
Este estudio viene siguiendo a 724 hombres desde que eran adolescentes en 1938 (todavía quedan aproximadamente 60 hombres, que ahora tienen 90 años). El grupo estaba formado por hombres de diversos orígenes económicos y sociales, desde los barrios más pobres de Boston hasta estudiantes universitarios de Harvard.
Los cuatro sencillos hábitos que resultan ideales para poner en práctica durante 2024:
- Realizar ejercicio físico. El aire fresco y el ejercicio son una poderosa combinación que mejora el estado de ánimo. Caminar, andar en bicicleta, correr y otras actividades aeróbicas ayudan a liberar hormonas que mejoran el estado de ánimo y que pueden reducir el estrés y conferir una sensación de bienestar.
- Dejar ir, soltar. A medida que las personas crecían, tendían a centrarse más en lo importante para ellos y no se preocupaban tanto por las cosas pequeñas, según el director del proyecto, el Dr. Robert Waldinger. En definitiva, tienden a darse cuenta de que la vida es corta y es mejor prestar atención a lo que los hace felices ahora.
- Dar abrazos. Es un simple gesto que aumenta los niveles de oxitocina, llamada hormona del amor, según la ciencia. Esto nos ayuda a fortalecer nuestras relaciones, nos conecta, reconforta y alivia.
- Vínculos personales. En la misma línea, el estudio de Harvard encontró una fuerte asociación entre la felicidad y las relaciones cercanas como cónyuges, familiares, amigos y círculos sociales. “La conexión personal crea estimulación mental y emocional, que automáticamente mejora el estado de ánimo, mientras que el aislamiento destruye el estado de ánimo”, apuntan.