Si sangran las encías, es porque nos están avisando de la presencia constante de inflamación, muchas veces de causa bacteriana. Si se ignoran estas señales, se podría llegar a desarrollar una enfermedad periodontal.
Las encías sangrantes se producen cuando hay una alteración en el equilibirio de las bacterias de nuestra boca. Sucede habitualmente por el acúmulo de placa. Esto hace que se origine una inflamación con el consiguiente sangrado.
El sangrado de las encías también puede deberse a causas completamente diferentes, por ejemplo, diabetes mellitus, deficiencias de nutrientes o determinados medicamentos. No es raro que el nivel de estrógeno cambiado durante el embarazo sea el desencadenante.
“Si este síntoma es causado por una inflamación de las encías, como ocurre en la mayoría de los casos, es fundamental un tratamiento oportuno. De lo contrario, la periodontitis a menudo se desarrolla y, en este caso, existe un riesgo de consecuencias graves. La inflamación crónica del periodontio hace que las encías retrocedan con los años y causa daños a largo plazo a todo el periodontio”, señala Jochen Schmidt. odontólogo alemán.
Se ha demostrado que las personas con periodontitis tienen particularmente probabilidades de sufrir una presión arterial alta peligrosa. La medicina moderna supone que hay conexiones entre la inflamación del periodontio y los problemas articulares. Hay alguna evidencia de que las personas con periodontitis severa, por ejemplo, tienen más probabilidades de desarrollar osteoartritis y reumatismo.
“Un problema fundamental radica en el diagnóstico temprano: debido a su curso lento e inicialmente indoloro, la periodontitis generalmente permanece discreta y, por lo tanto, a menudo solo se reconoce muy tarde. Esta es otra razón por la que los chequeos periódicos son muy importantes”, advierte el experto.
Las principales causas por las que sangran las encías
Además de la falta de higiene oral, el sangrado de las encías se puede producir por otras causas. Los pacientes que llevan ortodoncia suelen padecer esta enfermedad a menudo. Sobre todo las primeras semanas después de habérsela colocado.
Un implante en mal estado o la mala posición de las prótesis dentales también pueden ocasionar una inflamación en las encías. La mala posición o mala oclusión de los dientes, sobre todo el apiñamiento, también fomenta la acumulación de placa.
Aun así, el sangrado gingival no sólo se produce por la presencia de enfermedades periodontales. Existen muchos motivos que pueden provocar el sangrado, y que debemos tener en cuenta para evitar dañar nuestras encías.
Si las encías han retrocedido, los cepillos interdentales son una excelente opción. También se pueden utilizar para limpiar específicamente aquellas zonas a las que los cepillos de dientes “normales” no pueden llegar. Y los cepillos de lengua también dan sus frutos: eliminan las bacterias en la lengua que a menudo causan un mal aliento desagradable.