Unión por la Patria lanzó un desafío: pidió una sesión especial para tratar el próximo jueves el mega DNU desregulador de Javier Milei, que está por cumplir un mes de vigencia. Por ahora, el kirchnerismo está lejos de los votos necesarios para rechazarlo, pero la discusión quedó en gran medida atada a la suerte de la Ley Ómnibus -que se debate hoy en Diputados- y en algunos bloques miran con atención cómo evoluciona la relación del Ejecutivo con los gobernadores, que no para de sumar tensión.
Como se ha informado, el DNU está en vigencia siempre que no sea rechazado por las dos cámaras parlamentarias (con que una no lo rechace alcanza para que mantenga su validez) o no sea invalidado o suspendido por la Justicia, como viene sucediendo con partes que refieren a la reforma laboral. Según la ley que regula el tratamiento de los decretos de necesidad y urgencia, el DNU ya debería haber sido tratado por la Bicameral de Trámite Legislativo, que el Gobierno decidió no constituir. Los tiempos rara vez se cumplieron en el pasado.
Entonces, el bloque de Unión por la Patria le envió en las últimas horas un pedido formal a la presidenta de la Cámara Alta, Victoria Villarruel, para que convoque a una sesión el próximo jueves y tratar en el recinto el decreto. Según informaron diputados de UxP, lo mismo tenía previsto hacer el bloque en la Cámara Baja, pero la atención estaba puesta allí todavía en la pelea por la Ley Ómnibus.
En el PJ-K interpretan que Villarruel tiene la obligación por reglamento de convocar a una sesión tras el pedido de los senadores. En la presidencia de la Cámara advertían que no había decisión tomada al respecto, tampoco ningún apuro para tomar una decisión y que hay antecedentes que indican que no existe una obligación para hacerlo.
En el resto de la oposición hay quienes interpretaban que UxP podría autoconvocarse en el recinto, pero destacaban que el bloque, al impugnar y denunciar de ilegal el modo en que se votaron las autoridades de la Cámara, nunca propuso a un miembro para una de las vicepresidencias, entonces no habría autoridad para iniciar la sesión.
En cualquier caso, lo que tenía que hacer UxP era, sobre todo, asegurarse el quorum. Y el quorum está lejos por ahora: el bloque tiene 33 senadores y se requieren 37.
En el PRO rechazaban lógicamente acompañar, y la UCR -pese a que algunos de sus principales miembros criticaron el DNU como instrumento y en su contenido- tampoco iría detrás del kirchnerismo en una sesión. Es decir, UxP debería buscar los legisladores que le faltan en bloques más pequeños ligados a gobernadores provinciales: Cambio Federal (4 ex Juntos por el Cambio, que no acompañarían), Unidad Federal (3 del PJ no kirchnerista), por Santa Cruz (2), Frente Renovador Misionero (2) y Juntos Somos Río Negro (1).
Vale aclarar, la convocatoria, con la que el PJ-K busca lograr sobre todo una declaración política, también supone riesgos: UxP viene de fisurarse en Diputados, donde perdió a tres diputados tucumanos que responden justamente al gobernador de su provincia, Osvaldo Jaldo. Está por verse si la bancada logra mantenerse unida en el Senado.
“La estrategia de ellos es hacer esto todas las semanas. Un día te juntan 33, un día te juntan 35, y por ahí en un mes te juntan 37 dependiendo del clima político. En Diputados lo mismo. Por eso hubiera sido más inteligente que el Gobierno lo trate en la Bicameral, llamar expositores, consultas, extenderlo. Pero ellos creen que tienen la victoria asegurada en la Justicia con el decreto”, advertía un legislador del grupo de los federales.
“No tiene ningún alcance en el corto plazo, ni tienen los votos en Diputados, pero le sirve al kirchnerismo como mensaje político, de rebeldía y de presión. Tampoco la tienen atada, lo de los tucumanos los golpeó de verdad y hay que ver qué pasa acá. Del otro lado, también tenés un gobierno que no ayuda y le pega a todos los gobernadores, amigos o no, cuesta entenderlos”, señalaba otro.
Entonces, de entrada, el primer desafío para UxP será -si existe sesión- reunir a los 33. Fuentes parlamentarias recordaban que el bloque viene de apoyar el dictamen de Boleta Única con modificaciones que presentó la rionegrina Mónica Silva, que responde al gobernador Alberto Weretilneck, que viene de criticar fuerte al Ejecutivo. La senadora tendría pensado sentarse, si la sesión efectivamente fuera convocada y el PJ-K reuniera por lo menos a todos sus miembros.
La lupa quedaba sobre los dos miembros del bloque misionero, socios históricos de los gobiernos K que también se plegaron a la jugada por la Boleta Única, y los tres miembros de Unidad Federal: la cordobesa Alejandra Vigo -esposa del exgobernador Juan Schiaretti-, el entrerriano Edgardo Kueider y el correntino Carlos Mauricio “Camau” Espínola.
“Ir a la cola del kirchnerismo no seduce mucho. Pero se va a esperar a ver qué pasa con la Ley Ómnibus, no solamente cómo queda el proyecto, sino cómo queda la situación en general: qué se negoció, cómo se negoció, qué tan conformes están los gobernadores”, indicaban en el peronismo disidente.
En ese sentido, reconocen en casi todos los bloques del Senado, la batalla pública que el Ejecutivo nacional está llevando adelante contra los gobernadores provinciales, si ya complica las negociaciones en la Cámara Baja, donde los números son menos ajustados y las posibilidades de negociación son mayores, podría ser mucho más problemático luego en el Senado, donde La Libertad Avanza tiene todavía menos peso y donde dos senadores molestos pueden definir una votación.