«Vamos a rediscutir la cuestión de las tarifas de Itaipú; tenemos diferencias, pero estamos dispuestos a encontrar una solución conjuntamente», afirmó Lula.
«Brasil y Paraguay son campeones del mundo en generación de energía; tenemos que mirar al futuro, y soy muy ambicioso en lo que podemos conseguir», afirmó, por su parte, Peña.
Fueron las declaraciones ante la prensa después de la charla que tuvieron en el Palacio de Itamaraty, en la que abordaron además posibles obras conjuntas de infraestructura, la marcha del Mercosur y la cuestión de la seguridad, un punto que desvela a ambos mandatarios.
Los dos países comparten Itaipú, una de las mayores represas del mundo, y el acuerdo establece que el excedente que cada nación no use para su propia demanda debe vendérselo al socio a un precio preferencial, por debajo del valor de mercado.
Brasil es el beneficiado de ese punto del entendimiento, porque Paraguay consume mucho menos de lo que la represa genera.
En abril del año pasado, el Gobierno brasileño anunció que el consejo de administración de Itaipú (con miembros brasileños y paraguayos) había aprobado que el kilovatio de energía se vendería a 16,71 dólares. Según fuentes paraguayas, Asunción busca volver a 20,23 dólares, el monto que cobraba en 2022.
Pero a fines de ese mes Peña ganó las elecciones, asumió en agosto y aseguró públicamente que intentaría aumentar el precio de la energía que se vende a Brasil.
El año pasado también venció el acuerdo que firmaron Brasilia y Asunción para construir y operar la central conjuntamente (50 años después de su construcción), por lo que hay que revisar las actuales condiciones, algo que Lula se comprometió a hacer «lo más rápido posible».
Peña, por su parte, afirmó que el encuentro con su homólogo brasileño fue una conversación «abierta, sincera, con una visión constructiva» y elogió el liderazgo de Lula en Brasil, la región y el mundo.
Medios brasileños, entre ellos O Globo, señalaron que Lula fue enfático en su confianza en torno a la chance de un acuerdo y que anunció una nueva reunión “en los próximos días”.
Las diferencias son centrales, porque por ellas Paraguay bloqueó el presupuesto de Itaipú, que incluye el pago a empleados y proveedores.
Lula juzgó que debería realizarse en Asunción una nueva ronda de negociaciones para una solución «definitiva».
«Le dije al presidente Santiago Peña que no es él quien tiene que venir a Brasil; es Brasil el que tiene que ir a Asunción para que sigamos las negociaciones para encontrar una solución definitiva», declaró.
La de hoy fue la tercera reunión entre ambos, pero todas fueron en Brasil, aunque dos de ellas cuando Peña no había asumido todavía la jefatura del Estado.
La renegociación de la tarifa está prevista en el llamado Anexo C del acuerdo, firmado en 1973.
Lula también destacó que los dos países pueden utilizar los recursos de Itaipú «para mejorar la calidad de vida» de los dos lados, y «establecer posibilidades para nuevas inversiones con el dinero recaudado con la venta de energía».
“Hoy en Brasil iniciamos nuestras conversaciones para la revisión del anexo C del Tratado de Itaipú. Partimos de la base de que ambos países tenemos en común el objetivo de promover el desarrollo de nuestras naciones para beneficio de nuestra gente y apostaremos al diálogo para que, trabajando juntos, podamos lograrlo”, escribió Peña en su cuenta de la red X (antes Twitter).
Y agregó: “También acordamos con el presidente @LulaOficial un próximo encuentro en Asunción, para seguir discutiendo estos temas importantes para el futuro de nuestros países”.
En la conferencia, el presidente paraguayo dijo que Brasil era “el mejor amigo” de su país.
Según la prensa oficial de Asunción, se habló también del avance del Puente de la integración, de la compleja situación de Ecuador y de la marcha del Mercosur, de la que Paraguay ostenta ahora la presidencia rotativa.