Una joven británica de 23 años fue declarada culpable de asesinar a su novio después de discutir en una fiesta y atropellarlo con su auto. El hecho ocurrió el 6 de mayo del año pasado en la localidad de Cheshire, en Inglaterra, y ahora se dio a conocer que la condena será perpetua.
Alice Wood estaba comprometida con Ryan Watson (24) y estaba a punto de hacer una maestría en una universidad reconocida gracias a una beca que se había ganado. Según declaró la fiscalía, al momento del ataque, ella “perdió el temperamento” y “se le fue de las manos”.
Todo comenzó en una fiesta a la cual la pareja había asistido, se trataba de un evento benéfico del cual Watson era organizador. Varios testigos declararon que él la estaba pasando bien y que era “un invitado sociable y extrovertido”. Asimismo, también agregaron que Wood estaba “un poco fría, como si no estuviera muy contenta”.
Luego de que la celebración terminara, ambos se dirigieron a su casa en una zona cercana. Cuando el joven bajó del auto, ella lo atropelló y, en lugar de detenerse, avanzó de atrás para adelante varias veces hasta que siguió manejando por casi 160 metros con el cuerpo del chico atrapado en el paragolpes delantero. “Lo arrastró, usó el auto como un arma”, afirmó Andrew Ford, el fiscal que investigó el caso.
La joven llamó a la policía y dijo que su novio “había tenido un accidente”. Sin embargo, cuando los efectivos se presentaron en su casa, vieron el cuerpo del joven en circunstancias que sugerían un homicidio y descubrieron que Wood estaba alcoholizada. “Estaba llorando en el sillón del living y se podía oler el alcohol”, declaró uno de los agentes.
Al momento de detenerla, ella no se resistió. “En un par de ocasiones, ella dijo cosas como: ‘Está bien, me lo merezco’, ‘Disparame en la cabeza’, mientras lloraba”, contaron durante el juicio.
En el tribunal, Wood confesó que solamente quería “asustar” a Watson por una discusión que tuvieron por celos. “Me acusó de coquetear con otros hombres en la fiesta y comenzó a insultarme, diciéndome que lo había avergonzado”, aseguró la joven.
La chica de 23 años fue declarada culpable en el tribunal de Chester y se enfrenta a cadena perpetua.