Pese a la disminución –el número exacto es 29.437– la cifra es la segunda más alta desde que las autoridades comenzaron a publicar estos datos en 2018, informó la agencia de noticias AFP.
Un récord de 45.000 inmigrantes hicieron la travesía en 2022.
Estos peligrosos viajes a través de una de las rutas marítimas más transitadas del mundo son un enorme problema político para el gobierno conservador británico, con lo cual, el primer ministro Rishi Sunak prometió el año pasado «detener los barcos».
El gobierno de Sunak afirma que el acuerdo de 610 millones de dólares firmado con Francia para impedir los cruces está empezando a dar frutos, junto con los convenios de retorno rápido alcanzados con países como Albania.
Pero la principal oposición laborista dice que el premier no cumplió su promesa y que su política de inmigración es un caos.
En noviembre 2022, al momento de la firma del acuerdo entre ambos países, la entonces ministra del Interior británica, Suella Braverman, dijo que el convenio significaba que, por primera vez, los oficiales especializados del Reino Unido también estarían integrados con sus homólogos franceses.
El pacto implicó un aumento en el intercambio de información y tomar medidas drásticas contra los traficantes de personas, entre otros puntos.
Los conservadores en el poder esperaban disuadir los cruces, impidiendo que todos los inmigrantes que llegaran sin autorización previa solicitaran asilo y enviando a algunos a Ruanda.
No obstante, la Corte Suprema de Reino Unido dictaminó que deportarlos al país del este de África era ilegal según el derecho internacional y llevó al Ejecutivo británico a presentar una ley para avanzar igualmente con las deportaciones masivas.
Los viajes a través del Canal en pequeños barcos inflables, que a menudo están sobrecargados y no son aptos para navegar, han resultado en muchas ocasiones en tragedias.
En una de las más recientes, al menos seis hombres murieron y docenas más tuvieron que ser rescatadas en agosto después de que se hundiera una pequeña embarcación que se dirigía a la costa sureste de Inglaterra procedente de Francia.
En noviembre de 2021, al menos 27 personas se ahogaron cuando su bote volcó.
El trabajo conjunto entre oficiales del Reino Unido y Francia significó más de 140 condenas, relacionadas con el tráfico de personas, en una medición tomada desde principios de 2020 hasta noviembre 2022.