Los intendentes peronistas bonaerenses están en alerta. La posibilidad de que se desdoblen las elecciones en ese territorio y sean fijadas en una fecha diferente a la presidencial los inquieta y ya activaron el “operativo clamor” para que no se avance en ese sentido.
Es un hecho que el gobernador Axel Kicillof convocó a las PASO para el 13 de agosto. Sin embargo, todavía no llamó a la elección general, que definirá, además de la gobernación (no hay segunda vuelta), las intendencias, la legislatura provincial y los concejos deliberantes municipales.
Días atrás, Kicillof encendió la polémica de uno y otro lado de la grieta, con la advertencia pública de que está la chance abierta de desdoblar las elecciones provinciales. En una recorrida por Berazategui, el mandatario aseguró que se estaba evaluando la posibilidad y que “la ley lo permite”.
Algunos de los intendentes más influyentes de la Provincia consideran que el entorno de Kicillof, con la reelección del economista como objetivo primordial, impulsan que se vote desdoblado de las presidenciales, una batalla para la cual el peronismo ni siquiera tiene un candidato.
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Según trascendió, estos intendentes les hicieron llegar su malestar a Cristina Kirchner, Máximo Kirchner y Eduardo “Wado” de Pedro, ministro del Interior y posible postulante presidencial del camporismo al que muchos intendentes apoyan.
De hecho, el funcionario viene recorriendo municipios en los últimos días: estuvo en Merlo y en Almirante Brown con Martín Insaurralde. Allí posaron para la foto Gustavo Menéndez, jefe peronista de Merlo, y Mariano Cascallares, diputado provincial y cacique de Almirante Brown.
También se suman a ese grupo Andrés Watson (Florencio Varela), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Gastón Granados (Ezeiza) y por Federico Otermín, jefe de la Legislatura provincial, muy cercano a Insaurralde.
Todos, de a poco, empiezan a mirar con recelo a Kicillof y su entorno. Señalan a Carlos Bianco (mano derecha del gobernador) como el impulsor de un desdoblamiento que consideran contrario al espíritu histórico del peronismo bonaerense de acompañar en la pelea electoral nacional. Temen que, desdoblando, se pierda en distritos que hoy gobiernan y que podrían quedar así en manos de Juntos por el Cambio, como Ituzaingó, Morón y Tigre.
