El caso de presunto espionaje ilegal al exministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, que habría comenzado en el municipio de General Roca, Río Negro, hizo estallar la interna entre el kirchnerismo y Martín Soria, hoy cercano al albertismo.
El diario Clarín reveló que en agosto del año pasado desde la municipalidad de General Roca, que dirige María Emilia Soria, se pidió a la empresa Nosis un informe de antecedentes sobre D’Alessandro que podría haberse utilizado para el hackeo de su teléfono, ocurrido dos meses después. La cuenta de Nosis del municipio rionegrino está a nombre de una funcionaria muy cercana a la intendenta.
La revelación sacudió a los hermanos Soria y el ministro de Justicia, que denunció una “opereta para encubrir el viaje a Lago Escondido”. “Primero involucraron a Jefatura de Gabinete, después a Diputados, y ahora a mí”, afirmó.
La noticia también tuvo un impacto político en Río Negro. El gobernador electo Alberto Weretilneck le apuntó a María Emilia Soria y también involucró al excandidato del PRO, Aníbal Tortoriello, que en el tramo final de la campaña se mostró con la intendenta. “Queremos saber si el Municipio de General Roca utiliza fondos públicos para espiar a integrantes de otro espacio político. Si es una práctica habitual y si lo hacen con nosotros también”, escribió
Casualmente o no, Weretilneck eligió ilustrar su tuit con una foto de la intendenta junto a Alberto Fernández. El gobernador electo es un viejo enemigo de los hermanos Soria y acaba de ir en las elecciones aliado con el kirchnerismo, encabezado en Río Negro por el senador camporista Martín Doñate.
Es por eso que en el kirchnerismo salieron rápidamente a despegarse de Soria y de la supuesta maniobra para espiar a D’Alessandro. Desde La Cámpora remarcaron que los hermanos están hoy aliados a Alberto, que fue el promotor de una lista alternativa en las elecciones del domingo pasado mientras que el kirchnerismo apoyó a Weretilneck.

Fuentes del kirchnerismo remarcaron ante LPO que el mismo día que estalló el escándalo Alberto recibió en la Rosada a María Emilia Soria, como un reconocimiento por su armado en las elecciones rionegrinas. El sorismo y el Evita salieron terceros con el 10% de los votos.
En el kirchnerismo dicen además que Soria siempre les jugó en contra de los armados provinciales y privilegió mantener el poder en Roca. Ahora aseguran además que Alberto les quiso intervenir el partido para que no puedan avanzar con la estrategia para las elecciones.
