La historia de Camila Sofía Ibarra Salazar, alias “Camilita”, se hizo conocida porque, aunque está presa en la cárcel de mujeres de Mendoza, vendía sus fotos y videos eróticos en OnlyFans. En medio de la polémica, la Justicia la condenó en las últimas horas a la pena de 13 años de prisión por su participación en un homicidio.
A los 22 años, “Camilita” arrastra un importante prontuario pero el hecho por el que fue juzgada es el asesinato de un balazo en la cabeza de Marcos David Figueroa, un supuesto proxeneta que dirigía un prostíbulo clandestino dentro de un complejo de departamentos de la capital mendocina en plena pandemia.
Acorralada por las pruebas en su contra, que la ubicaban como la autora intelectual del crimen, Ibarra reconoció su responsabilidad en el hecho en un juicio abreviado y acordó la pena con la fiscal de Homicidios Claudia Ríos.
Ante la confesión de la acusada, el juez Ramiro Salinas le dictó una pena 13 años y cuatro meses de cárcel, publicó el diario El Sol. La misma condena recibió también María Fernanda Albares, una de sus cómplices.
Asesina y modelo “hot”
Estar encerrada en el penal mendocino de Cacheuta no le quitó a “Camilita” las ganas ni los recursos para generar su propio contenido erótico. Tampoco le impidió la posibilidad de vender después el material en la conocida plataforma de internet.
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Tras recibir la condena nada cambió. Apenas seis horas después de escuchar la decisión de los jueces, “Camilita” volvió a las redes y publicó una nueva historia. “Venta de contenido súper hot”, escribió junto con una foto de sus partes íntimas tapadas con emojis.
En otro de sus posteos, la joven convicta hasta llegó a hacer público su número de celular, junto con la frase “Al que le interese que me hable”. Según indicaron los medios locales, Camila vendía en 2 mil pesos el “pack” de 20 fotos, $3.000 uno de videos y también ofrecía un servicio de videollamadas por mil pesos más.
Las ganancias iban a su familia a través de una cuenta de Mercado Pago para depósitos a nombre de su madre.
El crimen por el que condenaron a “Camilita”
El 31 de mayo de 2020, Ibarra ideó el asalto a un prostíbulo que funcionaba en un departamento en la calle Patricias Argentinas 743. “Camilita” conocía muy bien el lugar: había trabajado allí a principios de ese año, según la investigación a cargo de la fiscal de Homicidios Claudia Ríos.
Aquella tarde, la joven estaba acompañada por otros cinco delincuentes, tres de ellos menores de edad. El plan consistía en que los cuatro varones del grupo perpetraran el golpe mientras ella y una cómplice hacían de campana.
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Los ladrones ingresaron armados, atravesaron un pasillo y atacaron el último departamento. Allí se encontraban tres trabajadoras sexuales y un supuesto proxeneta: Marcos David Figueroa.
Eran tiempos de máximas restricciones a la circulación debido de la pandemia. Casi no había clientes y, por ende, tampoco dinero. En el vértigo del momento, los atacantes tomaron unos bolsos con ropa, celulares y otras pertenencias y emprendieron la huida por el mismo pasillo por el que habían ingresado.
Pero algo salió mal: Figueroa alcanzó a uno de los delincuentes, Nicolás Adrián Hernández Albares, y lo tomó del cuello justo cuando sus compañeros ya habían escapado. En medio del forcejeo, el ladrón sacó una pistola que llevaba escondida en una media y lo ejecutó de un disparo a quemarropa en la frente.
